Elecciones

El partido de Vučić celebra la victoria electoral en Serbia en medio de llamamientos a protestas y acusaciones de fraude

La oposición serbia denuncia irregularidades en las municipales de Belgrado y exige repetir las elecciones

El Partido Progresista de Vučić declara la victoria en Serbia

Manifestación de la oposición contra el resultado electoral, este lunes en Belgrado.

Manifestación de la oposición contra el resultado electoral, este lunes en Belgrado. / ANDREJ ISAKOVIC / AFP

Irene Savio

Irene Savio

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Las elecciones de Serbia se trasformaron este lunes en una tragicomedia. Después de que el presidente serbio, Aleksandar Vučić, anunciara la victoria del SNS, su partido, la oposición dijo que no reconocía el resultado en la ciudad de Belgrado, donde además de las parlamentarias también se celebraban municipales. La razón, denunciaron, es que habría habido fraude electoral. A nivel nacional, de acuerdo con un recuento casi final de la Comisión Electoral, el SNS habría obtenido alrededor del 47%, mientras que los opositores se habrían quedado en un 23%.

En este clima, los opositores de la plataforma Serbia contra la Violencia convocaron una protesta en Belgrado y pidieron la convocatoria de unas nuevas elecciones cuanto antes. En particular, citaron el caso de unos 40.000 votantes que, dijeron, habrían votado en la ciudad sin poder hacerlo. La mayoría de estos votantes serían personas procedentes de República Srpska, la entidad de Bosnia y Herzegovina. La situación ha dejado así en el aire quién gobernará en la ciudad, mientras otros tantos se preguntaban dónde estarían domiciliados estos serbios para ejercer su derecho al voto en las municipales.

De momento, el misterio no ha sido resuelto. "Tal vez alguno esté registrado en mi casa", ironizaba Jelena, una joven del céntrico barrio belgradense de Vračar. Consecuencia de todo esto fueron también las críticas contra la oposición de las varias comunidades serbias fuera de Serbia, también entre los serbios de Kosovo, centenares de los cuales el domingo también se desplazaron para votar (el Gobierno de Albin Kurti no les permitió hacerlo en Kosovo), y no vieron con buenos ojos que los opositores pusieran en discusión su derecho a votar.

Papeletas rellenadas

En esta línea, el acreditado centro CRTA también confirmó las sospechas de fraude en la capital de Serbia. La organización habló de "abusos dramáticos" ocurridos en la ciudad, razón por la que concluyó que las elecciones no reflejaron "la voluntad libremente expresada de los votantes que viven en Belgrado". El organismo citó entre las violaciones "papeletas rellenadas", "listas paralelas de votantes", "violaciones del secreto del voto", "presencia de terceras personas en las mesas de votación" y personas que votaron en lugar para otros. La tendencia se hizo más significativa en la segunda mitad del día, subrayó la organización que, junto al centro Cesid, vigiló los comicios. 

En paralelo, el estruendoso fracaso de los opositores también los puso en el punto de mira de sus propios electores. Y el motivo no fueron solo las animadas discusiones y divisiones que mostraron los partidos integrantes de la coalición hasta poco antes de la votación. "Si hemos perdido es también es porque se podría haber dado mayor visibilidad a muchos jóvenes capacitados y no se hizo. Nada puede cambiar así", reconoció, en declaraciones a este diario, Biljana Stojkovic, profesora universitaria y candidata de Zajedno, un pequeño partido de izquierdas. "La gente de izquierda está harta de ver siempre las mismas caras desde hace 30 años. Eso es poco creíble", sintetizó. 

Este también fue el caso de Belgrado, donde el candidato que se presentó fue Vladimir Obradovic, considerado cercano a Dragan Dilas, un político que ya era opositor en la época de Slobodan Milosevic, que fue él mismo alcalde de Belgrado de 2008 a 2013 y hoy es líder de la formación Libertad y Justicia. La guinda sobre el pastel: Dilas procede del Partido Democrático serbio, una formación histórica en el país venida a menos y cuyos exmiembros hoy también son parte del Gobierno de Vučić. 

Júbilo

En otro apartado, Vučić pareció ignorar todas estas polémicas y se limitó a hacer declaraciones de júbilo. "Esta es una victoria absoluta que me hace muy feliz", dijo el mandatario. Si se confirmaran los últimos datos difundidos, el Partido Progresista, la formación de Vučić, obtendría hasta unos 130 escaños en un Parlamento integrado por 250 diputados. Una clarísima mayoría. 

Asunto aparte fueron algunos nuevos rostros que lograron hacer su ingreso en la política serbia. Entre ellos: el médico Branimir Nestrovic, un héroe de los movimientos antivacunas, situado en el espectro de la derecha radical. En las disputadas elecciones de Belgrado, Nestrovic obtuvo el 4,8%, lo que le convirtió en un interlocutor necesario para ambos bandos. El médico ya avisó que no hará pactos con nadie. Algunos partidos de extrema derecha, en cambio, registraron sus peores resultados en años.