Golpe a la democracia en EEUU

Aplazada la sentencia contra el líder del grupo ultra Proud Boys por el asalto al Capitolio

Especial multimedia: los casos judiciales que tienen a Trump contra las cuerdas

Imputados Trump y otras 18 personas por tratar de interferir en las elecciones

El líder de los Proud Boys, Enrique Tarrio, durante la manifestación del pasado 12 de diciembre en Washington.

El líder de los Proud Boys, Enrique Tarrio, durante la manifestación del pasado 12 de diciembre en Washington. / GAMAL DIAB

Carles Planas Bou

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El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha aplazado inesperadamente la sentencia a Enrique Tarrio, principal cabecilla de Proud Boys, la milicia de extrema derecha afín al expresidente Donald Trump que lideró el asalto al Capitolio con la intención de revertir mediante el uso de la violencia los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.

El juez federal que instruye el caso, Timothy Kelly, ha decidio posponer al próximo martes 5 de septiembre a las 14:00 horas la audiencia que se antes se había fijado para este miércoles. Será entonces cuando se condenará a Henry Tarrio, apodado "Enrique", por haber instigado a los miembros del grupo neofascista a participar en la insurrección antidemocrática contra el Congreso. El cambio de planes se debería a que el magistrado estaría enfermo, según ha informado un portavoz de la agencia policial de los Marshalls.

El pasado mayo, Tarrio fue declarado culpable de conspiración sediciosa por el asalto al Capitolio perpetrado el 6 de enero de 2021. Aunque ese día estaba detenido, el líder ultra usó "su poderosa plataforma" para instigar a que sus seguidores marchasen para invadir el Capitolio y frenar por la fuerza la confirmación de la victoria electoral del demócrata Joe Biden, según la fiscalía.

Sentencia a otros ultras

Otros miembros de la cúpula reaccionaria como Ethan Nordean, Joe Biggs y Zachary Rehl también fueron declarados culpables de conspiración sediciosa, un delito federal que persigue y castiga la organización con el fin de derrocar por la fuera el Gobierno. Dominic Pezzola fue absuelto de ese cargo, pero declarado culpable por otros delitos como la obstrucción del recuento de votos, que se paralizó durante seis horas.

La sentencia de Nordean, líder de la organización ultranacionalista en Washington, ha sido reprogramada para el martes a las 14:00 horas. Los otros tres lugartenientes de Proud Boys conocerán su condena el jueves y el viernes.

La pena más alta

Los fiscales tenían previsto solicitar hoy al juez que impusiese una pena de 33 años de cárcel para Tarrio y otros 27 para Nordean. De ser concedidas, serían las sentencias más largas dictadas en cualquiera de los procesamientos tras el violento asalto trumpista al Capitolio.

Hasta ahora, la condena más larga dictada por el motín de los partidarios de Trump ha sido para Stewart Rhodes, fundador de la milicia de extrema derecha Oath Keepers, que en mayo fue condenado a cumplir 18 años de cárcel bajo los cargos de sedición. Aunque no entró en el Capitolio, la justicia probó que había llamado a sus seguidores a prepararse para una "guerra civil" y una "revolución sangrienta". Este grupo trumpista y antigubernamental, formado por soldados, veteranos de guerra y policías, incluso almacenó un arsenal de armas cerca de las instalaciones del Congreso.

Las condenas contra los Proud Boys serán más largas debido a que el Gobierno ha pedido que el grupo sea declarado responsable de terrorismo. Esa consideración es la que añadiría unos 15 años a sus penas, según 'The Washington Post'. Estas milicias de extrema derecha ya han sido catalogadas como terroristas en Canadá y Nueva Zelanda.

Juicio a Trump

Trump también afronta múltiples cargos criminales por tratar de anular los resultados de las elecciones que perdió ante Biden. Este lunes, la jueza que encargada de dictaminar la acusación federal fijó para el 4 de marzo el inicio del juicio contra el expresidente, un día antes del "supermartes", cuando las primarias republicanas votan en 14 estados del país. La semana pasada, pasó por la cárcel del condado de Fulton, en Georgia, para ser fichado por la policía.

Sin embargo, el alud de problemas legales no parecen inquietarle. El magnate ha aprovechado sus imputaciones para relanzar su carrera electoral e incluso ha convertido su foto policial en un herramienta más de guerra cultural para convencer a los suyos de que está sufriendo una persecución política y para solicitar donaciones. Eso le ha permitido ampliar aún más la ya amplia ventaja en la carrera por la nominación conservadora. De imponerse, lo más probable, Trump volvería a verse las caras con Biden en las urnas. Aunque ya haya sido condenado.