BARCELONA-VALENCIA (4-2)

La cabeza salva al Barça de la tormenta ante el Valencia

Los imprudentes errores de Ter Stegen y Araujo complicaron el primer partido de la nueva etapa de Xavi, remontado con tres testarazos de Fermín y Lewandowski

La contracrónica: Lewandowski surca la ola

Xavi, tras el triunfo sobre el Valencia: "Las acciones a balón parado nos dan tres puntos de oro"

Lewandowski celebra marcando con los tres dedos sus tres goles.

Lewandowski celebra marcando con los tres dedos sus tres goles. / Jordi Cotrina

Joan Domènech

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La cabeza les falló a Ter Stegen y a Araujo, pero funcionaron las cabezas de Fermín y Lewandowski. La imprudencia penalizó a los primeros y el instinto premió a los delanteros para arreglar el desaguisado causado por sus compañeros, en ese juego en el que los errores individuales marcan el destino del colectivo.

La mala cabeza complicó la noche al Barça, pero los certeros remates conectados por Fermín en un gran centro de Raphinha y los dos de Lewandowski en sendas acciones de córner, abrieron esa nueva etapa del viejo Xavi y consumaron el objetivo de mínimos de la temporada: la clasificación matemática para la Champions con los 15 puntos de ventaja alcanzados sobre el Athletic. Tan bien acabó la tormentosa noche que Lewandowski anotó su primer triplete en el Barça en el tiempo añadido. Después tenía que volver a llover.

Lewandowski cabecea el córner que supuso el 2-2 adelantándose a Hugo Duro.

Lewandowski cabecea el córner que supuso el 2-2 adelantándose a Hugo Duro. / Jordi Cotrina

Lewandowski se llevó el balón del partido, pero los porteros marcaron el signo de una agitada primera mitad con fallos inusuales. Uno por sobrado y otro por torpe, exhibieron su impericia con los pies. Ter Stegen trató de hacer un imprudente sombrero, y con efecto, para burlar la llegada de Hugo Duro, confiado en su técnica y en que la escapada nacía en fuera de juego. Mamardashvili, sin ninguna amenaza, hizo un pésimo control. La pelota quedó a merced de un Lamine Yamal que venía en carrera. Quiso burlarle pero el meta toco el balón con el brazo. Ni el juez de línea ni el árbitro fueron capaces de verlo hasta que el VAR les avisó. El invento quedó justificado. Los colegas de la sala evitaron que cometieran “un error claro, obvio y manifiesto", origen del nacimiento del videoarbitraje.

Ter Stegen pide disculpas tras un error.

Ter Stegen pide disculpes tras su error que supuso el empate a uno del Valencia. / Jordi Cotrina

"Trágame tierra"

Alemán y georgiano debían desconocer la expresión “trágame tierra” y seguro que habrían querido desaparecer al momento. Mamardashvili sí pudo hacerlo, al marcharse hacia los vestuarios con la roja a cuestas. Ter Stegen soportó la culpa a ojos de toda la hinchada. Ese gol generó el empate del Valencia, que hasta entonces no había dado ninguna señal de vida más allá de un par de escapadas de Peter Federico hurgando en el espacio libre entre Cubarsí y Cancelo. Mamardashvili cometió la primera falta del Valencia en toda la primera mitad. Muy cara la pagó el Valencia.

Entró Jaume Domènech, que ya se preparaba mientras se revisaba la jugada, un trámite, y cerró la noche negra del gremio con el fallido despeje que facilitó la victoria del Barça.

Jaume Domènech cerró la noche negra del gremio con el fallido despeje que facilitó el 3-2 del Barça.

Fermin controla el balón en un ataque azulgrana.

Fermin controla el balón en un ataque azulgrana. / Jordi Cotrina

Bendito Fermín

Pero nada cambió sustancialmente en el Barça, readmitido Xavi antes de que consumara su renuncia. Alineó el once del Bernabéu, cuando se despidió de la Liga, tras haberse despedido días antes de la Champions, sin que las consecuencias del cero de cuatro se lo levaran por delante. Sólo faltó De Jong, lo que invita a pensar que habría jugado si no hubiera caído lesionado en Madrid. Ocupó su puesto Fermín. Bendito relevo.

Con Fermín sí que juega distinto el Barça. Tiene más verticalidad, posee un hombre más para combinar con los delanteros, presiona más en la pérdida, que tal vez aumentan por la velocidad con que juega el pequeño futbolista onubense. Amenaza más al rival con sus llegadas.

Xavi increpa a Cubarsí pidiéndole agresividad.

Xavi increpa a Cubarsí pidiéndole agresividad. / Jordi Cotrina

Con Fermín sí que juega distinto el Barça: tiene más verticalidad, más opciones de pase, más amenaza al rival y más remate. Y, por supuesto, tiene más gol que De Jong.

Fermín transforma al equipo si a quien sustituye es a De Jong. Por no comparar la capacidad goleadora de uno y otro. Tampoco se pierde estabilidad defensiva. No es un concepto esgrimible ayer, con los generosos y valioso regalos de Ter Stegen y el penalti de Araujo, que levantó a Peter del suelo. En la reanudación, Iñigo, sustituto del amonestado Cubarsí, rozó la tragedia con otra alevosa entrada a Peter. Apenas un par de minutos antes de que Lewandowski restableciera el empate.

Con uno más

Debía ser el punto de partida de la reanimación del Barça con las dos sustituciones del entretiempo y con el marcador igualado de inmediato. El equipo se enfrentaba a un rival en inferioridad numérica y consagrado a defenderse. Pero sin permanecer replegado en el área, con lo que había espacios por dentro y a la espalda de los valencianistas.

Lewandowski conecta el cabezazo del 2-2.

Lewandowski conecta el cabezazo del 2-2. / Jordi Cotrina

Pedri entró para aportar luz, y lo primero que hizo fue redimirse del Bernabéu con una carrera hacia casa para quitarle el balón dentro del área a Diego López.

La situación demandaba criterio, paciencia y frialdad. Faltó lo más valioso: el criterio. Sin una mecánica de juego ofensivo, sin una intencionalidad clara, el balón iba de pie en pie. Las mejores opciones se crearon en cuanto se alcanzaba la línea de fondo, pero nadie llegó al límite. Sólo en los córners. Era más cómodo el centro al área.

Pedri entró para aportar luz, a costa del sacrificio de Fermín, y la primera intervención fue redimirse de la acusación del Bernabéu por no perseguir a Brahim en el 3-2. El canario se pegó una carrera hacia casa para quitarle el balón dentro del área a Diego López, que se había plantado solo ante Ter Stegen. Bastó.

Lewandowski y Lamine Yamal, después del 4-2 con el partido sentenciado.

Lewandowski y Lamine Yamal, después del 4-2 con el partido sentenciado. / Jordi Cotrina

Barcelona, 4 - Valencia, 2

Barcelona: Ter Stegen (4); Koundé (5), Araujo (4), Cubarsí (4), Cancelo (6); Fermín (8), Christensen (5), Gündogan (6); Lamine Yamal (6), Lewandowski (9), Raphinha (6).

Técnico: Xavi Hernández (6).

Cambios: Iñigo (5) por Cubarsí (m. 46); Sergi Roberto (6) por Christensen (m. 46); João Félix (4) por Raphinha (m. 66); Pedri (6) por Fermín (m. 73); Ferran (sc) por Cancelo (m. 81).

Valencia: Mamardashvili (4): Thierry (6), Mosquera (6), Yarek (6), J. Vázquez (7); Peter (8), J. Guerra (7), Pepelu (7), D. López (6); Duro (6), Almeida (5).

Técnico: Rubén Baraja (5).

Cambios: Domènech (5) por Almeida (m. 45+6); Marí (5) por (m. 70); Guillamón (5) por Guerra (m. 70); Canós (sc) por D. López (m. 79); Cenk (sc) por Peter (m. 79).

Goles: 1-0 (m. 22), Fermín; 1-1 (m. 27), Hugo Duro; 1-2 (m. 38), Pepelu (p); 2-2 (m. 50), Lewandowski (m. 50); 3-2 (m. 82), Lewandowski; 4-2 (m. 93), Lewandowski.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (6), vasco.  

Tarjetas: Cubarsí.

Tarjetas rojas: Mamardashvili.

Estadio: Lluís Companys.

Espectadores: 30.167.