Nuevas protestas

Ola de violencia en Libia tras filtrarse una reunión secreta entre un ministro israelí y su homóloga libia

Se recrudecen los enfrentamientos en Trípoli (Libia)

Se recrudecen los enfrentamientos en Trípoli (Libia)

Irene Savio

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Diversas ciudades de Libia están viviendo una nueva ola de violentas protestas, a pesar de los esfuerzos del Ejecutivo de unidad nacional que apoya la ONU en Trípoli por reconducir la ira de los manifestantes. La insólita filtración de una reunión secreta en Roma entre el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, y su homóloga libia, Najla Mangush, ha sido el detonante para que grupos de inconformes ataquen nuevamente a un gobierno frágil e inestable, ya que Libia no reconoce al Estado de Israel y es férreo aliado de la causa palestina.

Hasta ahora, las protestas más graves se han registrado en la capital. El domingo por la noche algunos manifestantes prendieron fuego a la casa del primer ministro de unidad de Libia, Abdulhamid Dbeidé, e irrumpieron en el edificio del Ministerio de Exteriores, según medios locales. Los mismos también informaron de que los manifestantes escribieron “abajo el gobierno de los traidores” en las paredes del ministerio.

En paralelo, se han producido incidentes en al menos otras dos ciudades situadas en el noroeste del país norteafricano, Misrata y Zawiya. En esta última localidad, también se quemaron banderas israelíes. Una situación que abre la puerta a consecuencias imprevisibles en la inestable región.

Amateurismo israelí

En este incendiario clima, desde un punto de vista político, fuego amigo ha llegado desde la presidencia del parlamento libio, el cual ha acusado a Mangush de “traición”. Con ello, la ministra libia habría incluso abandonado el país y se encontraría ahora en Turquía, según el diario 'Times of Israel'. La política también ya ha sido apartada de su cargo y el gobierno de Dbeidé ha informado de la abertura de una investigación sobre su reunión.

De igual manera, también Cohen ha acabado en la mira en Israel, donde ha sido acusado de haber provocado un daño a la imagen internacional de la diplomacia israelí. El planteamiento: su “amateurismo” a la hora de decidir el domingo de divulgar, con un comunicado oficial, que se había reunido con Mangush, un encuentro del que no se había informado públicamente con anterioridad, lo que se convirtió en el detonante de las protestas en Libia.

“Los países que están observando esta irresponsable divulgación (…) están preguntándose: ¿es este un país en el que se pueda confiar”, ha criticado Yair Lapid, el líder de la oposición centrista israelí. En esta línea, Lapid, exministro de Exteriores y exprimer ministro de Israel, explicó que mantener reuniones de esta índole en secreto ayudó en el pasado a Israel a entablar un diálogo con países con los que Tel Aviv mantiene una relación difícil.

Diplomacia italiana

Así y todo, el gobierno libio ha intentado igualmente enfriar los ánimos al subrayar que el encuentro en la capital italiana habría sido informal. Según estas fuentes, no hubo “negociaciones ni consultas”, y además se reitera el “absoluto rechazo a la normalización de relaciones con el Estado judío”, añadieron desde el ministerio de Asuntos Exteriores libio.

Otras reconstrucciones también precisaron que el encuentro fue facilitado por Antonio Tajani, el titular de la cartera de Exteriores del país europeo. Italia, expotencia colonial en Libia, mantiene en el país diversos negocios, especialmente en el sector de los hidrocarburos, y desde siempre respalda el Ejecutivo de Trípoli, que es el que controla la parte occidental de Libia. En cambio, la zona oriental está en manos del general Jalifa Haftar y una coalición de milicias. 

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