Conflicto armado

El Gobierno de Unidad libio llama a la movilización ante una posible guerra civil inminente

Egipto lanza una iniciativa de emergencia para lograr un alto el fuego en medio de combates entre milicias rivales en Trípoli

Humareda negra sobre la zona de enfrentamientos en Trípoli, este viernes.

Humareda negra sobre la zona de enfrentamientos en Trípoli, este viernes. / Hazem Ahmed / Reuters

Europa Press

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El Gobierno de Unidad libio, que tiene su sede en la capital del país, Trípoli, ha llamado este sábado a la movilización general de la población ante los combates que han estallado en las últimas horas entre milicias rivales y ante el avance de fuerzas leales a la administración paralela del este del país, que amenazan con arrastrar al país "a la guerra civil en las próximas horas".

"Hacemos un llamamiento a todos los hombres y mujeres libios en la capital, Trípoli, y en todas las ciudades libias para que adopten una posición nacional seria y genuina contra cualquiera que quiera iniciar una guerra dentro de la capital para lograr o preservar ganancias personales", ha hecho saber el primer ministro de unidad, Abdul Hamid Dbeibé, en un comunicado recogido por el portal 'Ein News'.

Los combates entre la llamada Fuerza de Apoyo y Estabilidad, a las órdenes del Gobierno de unidad, contra milicias lideradas por Haitem Tajouri, se han saldado desde el viernes con al menos 12 muertos y 87 heridos, según el último balance publicado por el Ministerio de Salud del Gobierno de Unidad Nacional y recogido por el portal de noticias libio Panorama.

A esta situación hay que añadir el avance de un convoy de fuerzas leales al autoproclamado "primer ministro" del este del país, Fazi Bashaga, que estarían ahora mismo luchando para avanzar hacia el centro de la capital tras intentar tomar el control de la entrada de Janzour, en el oeste de la ciudad, informan fuentes de Al Arabiya. Los combates en el interior de Trípoli se concentran ahora en los barrios de Zawiya y Al Jumuriya, escenario de "grandes incendios".

También se tiene constancia de otro gran convoy de más de 300 vehículos pertenecientes a Bashaga partió de Zliten, 150 kilómetros al este de Trípoli, a lo largo de la carretera costera. Bashaga vive desde hace semanas en Misrata, cerca de esta localidad.

Naciones Unidas, Estados Unidos y Reino Unido han implorado a las autoridades que se abstengan de tomar medidas que incrementen la violencia, mientras que el presidente del Consejo Presidencial de Transición, el organismo reconocido por Naciones Unidas para gestionar el proceso de transición en Libia, Mohamed Menfi, se ha visto obligado a adelantar el fin de su visita oficial a Túnez para volver de urgencia al país.

En las últimas horas, fuentes de Al Arabiya han informado de que negociadores egipcios han puesto en marcha una iniciativa de emergencia para lograr un alto el fuego entre las partes y evitar a última hora que Libia acabe de nuevo inmersa en una guerra civil.

Corto paréntesis en calma

Tres un breve periodo de relativa calma después de años de enfrentamientos abiertos por la muerte de Muamar Gadafi, el país se encuentra otra vez dividido en dos administraciones. La Cámara de Representantes, con sede en el este del país, dio por finalizado el mandato de Dbeibé por el aplazamiento de las presidenciales de diciembre y acabó nombrando a Bashaga, en el inicio de un conflicto que se ha extendido al sector energético del país, absolutamente imprescindible para sostener la economía de una nación arruinada tras años de guerra civil.

Cabe recordar que Bashaga ha intentado tomar el control de Trípoli hasta en dos ocasiones --el 22 de julio, los enfrentamientos dejaron 16 muertos y alrededor de 50 heridos-- antes de renunciar para evitar una lucha armada en firme. Ahora mismo su gobierno tiene su sede en la ciudad de Sirte, pero el primer ministro del este del país lleva días amenazando con llevar a cabo una ofensiva definitiva contra la capital.

Dbeibé llegó al poder tras el histórico alto el fuego 2020 que puso fin a un año de combates entre las fuerzas de Trípoli y del este del país, lideradas por el mariscal rebelde Jalifa Haftar. El Gobierno de transición tenía el mandato de llevar al país a elecciones en diciembre pasado, pero nunca se llevaron a cabo debido a las divisiones sobre las reglas y la presencia de candidatos controvertidos, hasta culminar en el polémico nombramiento de Bashaga.