Crisis en el país sudamericano

La victoria del ultra Milei en las primarias coloca Argentina al borde del precipicio

Javier Milei, un ultra forjado en las tertulias televisivas devenido en imán del desencanto

El líder ultraderechista Javier Milei celebra junto a su hermana su victoria en las elecciones primarias de Argentina.

El líder ultraderechista Javier Milei celebra junto a su hermana su victoria en las elecciones primarias de Argentina. / Alejandro Pagni / AFP

Abel Gilbert

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El Gobierno de Argentina bebió este lunes, bajo el aluvión de votos obtenidos por el ultraderechista Javier Milei en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), la medicina que puede volver más amargo el presente político. Después de que el candidato de La Libertad Avanza consiguiera, sin estructura partidaria, solo con el favor de los medios y las redes sociales, el 30% de los votos de un proceso que suele anticipar los resultados de las elecciones presidenciales, dos meses más tarde, el Banco Central se vio obligado a devaluar el peso, la moneda nacional, un 22%. El dólar marginal, que impacta en la inflación, ha saltado por acto reflejo de los 600 pesos por unidad, el pasado viernes, a 690. La subida no tiene techo y no hace más que fortalecer las posibilidades de Milei de cara al 22 de octubre. Para Carlos Pagni, un sagaz analista del diario La Nación, cada escalada del precio de la moneda estadounidense hunde un poco más las oportunidades de Sergio Massa, el candidato del gobernante partido peronista, de convertir en realidad la hazaña de remontar el traspié en las urnas y, a la vez, posicionan mejor al ultra de cara al primer turno.

Massa carga con una pesada mochila: no solo es el abanderado oficial de un Gobierno impopyular. Además, se desempeña como ministro de Economía. La caída del peso es la más acentuada desde agosto de 2019, cuando, al calor de las PASO que pulverizaron las ilusiones de Mauricio Macri de ser reelecto presidente, no pudo contener la depreciación y, colérico, la adjudicó a la victoria al espanto de los mercados frente al retorno de los kirchneristas en las urnas. Cuatro años más tarde, Massa no puede recurrir al mismo argumento. Nadie le creería, y mucho menos si, en su condición paralela de negociador con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se ve obligado a redoblar el ajuste, e incrementar los tipos de interés hasta el 118%, a pesar de su efecto recesivo.

Por estas horas, Milei parece ser el gran árbitro de la política de este país abrumado. ¿Ganara en en el primero o segundo turno? ¿Es un espasmo pasajero? Cuando se fija la lupa sobre los resultados, la diferencia que le sacó a la derecha tradicional, de la cual emerge Patricia Bullrich como ganadora de la interna, es de un punto y medio. Massa, en tanto, quedó dos puntos y medio detrás suyo. Un reparto aproximado de tres tercios. Pero solo dos irán al ballotage.

Fenómeno global

La melena postiza del candidato anarcocapitalista es apenas el dato de color local. Milei es el equivalente argentino de Donald Trump, Jair Bolsonaro y del reverdecimiento de la derecha más dura en Chile, de la mano de José Antonio Kast. Una sombra que también puede esparcirse por otros países latinoamericanos. "Por el bien de Argentina, que gane la fuerza de la libertad y que la corrupción, inseguridad y mediocridad sean derrotadas", pidió el pinochetista.

No en vano, Santiago Abascal, el líder de VOX, saludó también desde Madrid la buena nueva. "¡Enhorabuena Milei por tu nuevo triunfo electoral en Argentina frente a la izquierda más radical!". La "izquierda radical", en este caso, es el muy moderado Massa, y esa calificación, que el vencedor de las PASO hace suya, muestra, a ojos de algunos analistas, hasta qué punto el lenguaje de la política se deprecia tanto como la moneda local. "Un año atrás era un sueño, después se convirtió en objetivo y hoy, en realidad. Un excelente comienzo para lo que puede ser el cambio real que la Argentina necesita", añadió, exultante, Abascal. Lo mismo hizo Eduardo Bolsonaro, el hijo del presidente inhabilitado hasta 2030 para ejercer cargos públicos.

Razones de una victoria

La victoria de Milei ha sido hija de una bronca acumulada especialmente desde la pandemia, pero, también de un ausentismo sin precedentes que muestra otra de las caras de la moneda del desencanto. En 2019, había sido de 23,6%. El pasado domingo, 31%. "Es inocultable que existe una deserción deliberada", estima Pagni.

El huracán de votos hacia la ultraderecha supone para Bullrich, la abanderada del espacio conservador tradicional, un dilema. Juntos por el Cambio, la coalición que lidera el expresidente Macri, perdió 2,5 millones de adhesiones respecto de las parlamentarias de 2021. De esta manera, la crisis también arrastra al espacio político que creía capitalizar todo el enojo colectivo. Milei le robó sufragios a los herederos de Macri y al oficialismo. Bajo estas nuevas circunstancias, Massa estima que es posible ahora terciar en las discordias entre la ultraderecha y la derecha y entrar en el segundo turno, a finales de noviembre.

Para Martín Rodríguez, uno de los más agudos observadores del presente argentino, ni Massa ni Bullrich están fuera de carrera. Sin embargo, ellos corren con desventaja: caercen de la condición de "iluminado" que beneficia a Milei. A su criterio, ganó las PASO porque "armó el PT de los trabajadores pobres": los precarizados de toda especie, sin protección estatal ni vacaciones, y también aquellos que cuentan con un empleo formal, pero el dinero no les alcanza para llegar a fin de mes. Sobre estas condiciones, Milei "desarma en vivo el edificio simbólico del peronismo", aquel que solía predicar, con una glosa de Eva Perón, que "en cada necesidad hay un derecho".

Un programa impracticable

El camino a las elecciones está trazado a la vez por las negociaciones con el FMI, que postergó hasta después de las PASO el envío de 7.500 millones de dólares. Según Julián Guarino, del diario Ámbito Financiero, el "mesiánico" Milei está convencido que la oportunidad de ganar crecerá con el desgaste económico. En declaraciones al Financial Times, el candidato de La Libertad Avanza dijo que, si se impone en los comicios, su plan "excederá todas las metas" de pactadas con el organismo, tanto en el ajuste del gasto social, el recorte de los subsidios y la devaluación del peso argentino.

Su plan maestro es la dolarización de un país con las reservas del Banco Central exiguas. Milei tiene en mente llevarla a cabo creando un fideicomiso en Estados Unidos, que podría tener como respaldo algunos activos nacionales el petróleo. Y piensa hacerlo desde el primer minuto de su eventual Gobierno. Hay quienes tiemblan y quienes sueñan con ese escenario. El presidente Alberto Fernández ha brillado por su ausencia en estas PASO. Habla poco porque pocos lo toman seriamente. A pesar de carecer de auditorios, no se privó de advertir que lo que propone Milei solo se puede hacer sobre la base de una represión brutal.