Crisis en el país sudamericano

Argentina llega a un acuerdo de última hora con el FMI

Argentina se enreda en una competencia por ver quién es más ultraderechista

Sergio Massa, candidato único del oficialismo para las elecciones en Argentina.

Sergio Massa, candidato único del oficialismo para las elecciones en Argentina. / EFE/Alejandro Prieto

Abel Gilbert

Abel Gilbert

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pocas horas antes de que comiencen sus vacaciones los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) pusieron un paréntesis a la zozobra que atraviesa a la Argentina y anunciaron que se ha acordado con el Gobierno del presidente Alberto Fernández la inminente liberación de 7500 millones de dólares que permitirán evitar mayores dificultades económicas a este país.

La llave que abrirá la puerta de ese dinero se ha encontrado a último momento porque el FMI se dispone a aprobar las últimas dos revisiones del cumplimiento de lo pactado en enero de 2022 para refinanciar el voluminoso crédito de 45.000 millones de dólares que había recibido en 2018 la anterior administración de Mauricio Macri.

Las autoridades políticas argentinas recibieron con júbilo la noticia. El ministro de Economía, Sergio Massa dijo que se definió con el organismo financiero "un programa de objetivos y metas, de acumulación de reservas y de equilibrio en las cuentas públicas".

Pero la alegría no fue suficiente para contagiar a los analistas. El dinero recién llegaría la tercera semana de agosto en coincidencia con las primarias que deben celebrar todos los partidos de cara a las elecciones de octubre. Massa es el candidato del peronismo y las encuestas son confusas en cuanto a sus posibilidades electorales. El peligro a que se dispare el precio del dólar antes o después de conocerse los resultados del 13 de agosto sigue latente en los mercados. Y, además, existe otro riesgo: Argentina debe pagar vencimientos de su deuda por 3.000 millones de dólares a comienzos de la semana venidera. Se especula con que pagaría con yuanes chinos si no obtiene esa suma de otros organismos internacionales.

El gran obstáculo que enfrenta el Gobierno y trastoca la economía es que el Banco Central se encuentra con sus reservas internacionales en rojo. Massa ha alegado ante el FMI el peso devastador de la sequía en un país de fuerte perfil agroexportador. Eso ha significado contar con 20.000 millones de dólares menos.

Escenario complejo

 En este contexto llegó la nueva buena del FMI. El acuerdo, insistió Massa,"nos permite recorrer con tranquilidad esta segunda parte del año marcada por lo electoral". El organismo fue más austero en su evaluación de las circunstancias: "la situación económica de Argentina se ha vuelto muy desafiante". No solo por la sequía sino el problema de los ingresos del fisco y la balanza comercial. EL FMI le exige al Gobierno reducir el déficit fiscal en un 1,9% hasta fin de año. El ajuste reclamado maniata a Massa, y limita las posibilidades de atender los flagelos sociales de un país con 40% de pobres.

El peronismo fue duramente derrotado en las parlamentarias de 2021. Pedió cuatro millones de votos de simpatizantes descontentos con las medidas de austeridad que el Gobierno aplicaba de cara a las negociaciones con el FMI. Ese enojo de los votantes no se ha disipado. La derecha aparece mejor posicionada con vistas a las elecciones de octubre.

Massa debe alternar sus compromisos de candidato oficial con el papel de bombero que intenta que no se incendie la economía. De un lado, promete una futura prosperidad. Al mismo tiempo, toma decisiones de urgencia. Durante la semana que concluye decidió aplicar nuevos impuestos a las importaciones, poner más trabas a la adquisición de dólares por parte de los ciudadanos y mejorar el tipo de cambio que recibe el sector agroexportador para liquidar sus ventas.