La decisión del presidente

El PP confía en la falta de respaldo social a Sánchez tras la movilización en Ferraz: "Haga lo que haga, le pasará factura"

Los conservadores siguen sin ver el escenario de la dimisión, aunque apuntan a que Sánchez "tendrá difícil el relato de su continuidad" porque no ha habido una respuesta social más allá de la militancia

Directo | Última hora de Pedro Sánchez y su posible dimisión

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, interviene en una comida popular en Ulldecona.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, interviene en una comida popular en Ulldecona.

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A 24 horas de que el presidente del Gobierno confirme si continuará o no en la Moncloa, la resaca que deja la concentración del socialismo a las puertas de Ferraz no ha implicado para el PP “una muestra de apoyo” más allá de la militancia del PSOE, y aseguran que Pedro Sánchez ha ido “tan lejos” en su último movimiento que “le pasará factura”. En el entorno más próximo a Alberto Núñez Feijóo llegan a afirmar ya que “haga lo que haga”, el lunes se producirá “una comparecencia a título póstumo”. Aunque en Génova siguen sin ver la dimisión como un escenario -"no dejas pasar cinco días para marcharte", reiteran en la cúpula- sí cunde la sensación de que “cada vez se complica más constuir un relato de continuidad", al no ver cumplidos los objetivos que el presidente buscaba con su carta como revulsivo social.

El PSOE acudía roto por dentro al Comité Federal de este sábado. Los socialistas trataron de enviar un mensaje de apoyo absoluto a su secretario general en un último intento de que se quede en el cargo. Pero la sensación de devastación interna se ha abierto paso sin que nadie sea capaz de afirmar qué ocurrirá. Mientras eso sucedía, Alberto Núñez Feijóo, a más de 500 kilómetros de distancia y en su primer fin de semana de campaña catalana, culpaba al socialista de “arrastrar” a la ciudadanía con sus “problemas personales”, igual que hace Carles Puigdemont. 

A ambos les acusó, mientras los equiparaba, de “narcisismo y egocentrismo”, intentando desviar el foco exclusivo de Sánchez. “Los problemas los tienen ellos dos con la justicia”, insistía el líder del PP, que terminó acusando al presidente de “tics autoritarios inéditos” desde Franco. Lejos de rebajar la presión, el dirigente conservador volvía a la carga: "Si usted quiere irse, váyase, no hay ningún problema. Si total, tiene usted dos posibilidades: o se va ahora o le haremos irse en las urnas con más diferencia de lo que ocurrió el pasado julio”.

"Maniobra"

En su entorno más cercano de Génova siguen sin valorar la dimisión como una opción real. Todo ello a pesar de que en el PSOE trasladan ya ese escenario como certero. En la cúpula conservadora mantienen la posición de que se trata de “un giro de guion y una maniobra” hacia “una mayor polarización, división y movilización”. Lo que preocupa a algunas voces del PP, según explican, es que Sánchez decida continuar y se vea "reforzado" para acometer reformas en materia de justicia o avanzar en su hoja de ruta. Apuntan, de hecho, a que la encuesta exprés del CIS pregunta a la ciudadanía por la justicia, convencidos de que trata de "abrir interrogantes" al respecto.

A pesar de que este sábado la intención era no contribuir al foco concentrado en la calle Ferraz, los conservadores pusieron en marcha una campaña en redes sociales, habilitando un correo electrónico en el que instan a los ciudadanos a compartir “sus problemas reales” frente a los “problemas de los políticos”. La ironía acompañó la iniciativa en todo momento y en Génova reconocen que quieren evidenciar la “frivolidad” que a su juicio rodea todo lo que tiene que ver con la “reflexión” de Sánchez y “los cinco días de pausa” para un país entero. 

En Génova también compartieron una encuesta encargada a Sigma Dos y que pondría de manifiesto la desconfianza de los ciudadanos de que el socialista vaya a optar realmente por la dimisión. Solo un 18% de los encuestados están en ese postulado, mientras que el 77% se inclina por creer que el lunes dirá que se mantiene en el cargo o que se someterá a una cuestión de confianza para continuar como presidente.

Continuidad en entredicho

Lo que en el PP tienen claro, según explican en la cúpula, es que la imagen de Ferraz este sábado “no ha exhibido en absoluto respaldo social”. Algunas personas del núcleo duro de Feijóo incluso lo califican de “fracaso” teniendo en cuenta la movilización planteada desde toda España y con voces tan autorizadas como José Luis Rodríguez Zapatero, a quien también achacan parte de la maniobra de Sánchez.

Precisamente por esa imagen -de apoyo socialista, pero no de respaldo social- explican en el entorno del líder conservador, “se complica todavía más explicar su continuidad” el lunes, que siguen dando por hecho. La sensación en el PP es que Sánchez ya no va a lograr restituir una imagen de credibilidad ni aumentar su popularidad después de avanzar cinco días de reflexión cuando comunique que se quedará en la presidencia. 

Los populares piensan que la carta del presidente es una “estrategia de polarización y división social” en la que el presidente asume los postulados más duros de sus socios, incluido el ‘lawfare’, y pasa al ataque contra jueces y periodistas. Y piensan que es una manera de “rearme electoral” en el bloque de la izquierda, que le permitiría aumentar sus apoyos en Cataluña gracias a comerse parte del electorado de Sumar (los Comuns en esa comunidad), Podemos, ERC e incluso la CUP. 

El PP cree que sí puede servir para reactivar a todo ese electorado de la izquierda, pero que no se producirá el trasvase de un solo voto desde la derecha, y que lejos de rebajar las tensiones sociales, lo que ha hecho es “acrecentarlas”. De ahí que en los argumentos del PP se repita la palabra “irresponsabilidad” en todo este proceso.

Este lunes los populares celebrarán un comité de dirección donde pretenden analizar la decisión de Pedro Sánchez.