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La crisis de los misiles de Cuba, en la ficción

El cine y la literatura han recreado con profusión uno de los episodios más críticos de las guerra fría

13 dias

13 dias / EXIT STEVEN CULP BRUCE GREENWOOD Y KEVIN COSTNER EN LA PELICULA TRECE DIAS

Nando Salvà

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Cuando la crisis de los misiles cubanos empujó al mundo al borde del desastre, el cine y la literatura ya llevaban mucho tiempo explorando las posibilidades dramáticas una catástrofe atómica; cuando sucedió, sin ir más lejos, Stanley Kubrick ya llevaba años trabajando en ‘Teléfono rojo... Volamos hacia Moscú’ (1964), su delirante parodia sobre la Destrucción Mutua Asegurada. Los acontecimientos de octubre de 1962, eso sí, dieron a los narradores nuevos motivos para nutrirnos de paranoia nuclear, convenientemente sazonada de genuino sabor caribeño. No han dejado de hacerlo desde entonces.

TRECE DÍAS (2000)

Transcurre en su práctica totalidad dentro de la Casa Blanca, y se compone mayormente de una sucesión de conversaciones entre el presidente Kennedy, su hermano Robert y su mano derecha, Kenny O’Donnell. Su objetivo nada disimulado es ensalzar el intelecto, la astucia maquiavélica y el coraje exhibidos por JFK mientras se enfrenta tanto a los rusos como a sus propios asesores para lograr que el sentido común encuentre acomodo entre la ingenuidad pacifista y el fanatismo militarista.

RUMORES DE GUERRA (2003)

En esencia, es una larga entrevista con quien fuera Secretario de Defensa de Estados Unidos entre 1961 y 1968, Robert McNamara, que a lo largo del metraje ahonda en algunas de las decisiones geopolíticas que él contribuyó a tomar. Sobre la crisis de los misiles, entre otras muchas cosas, afirma: “La lección más importante que necesitamos aprender de ella es que la combinación de falibilidad humana y armas nucleares aboca a la destrucción de naciones”. Al parecer, es una tarea aún pendiente.

MATINEE (1993)

En octubre de 1962, aprovechando el clima general de histeria, un productor de películas de terror decide estrenar en Cayo Hueso -el punto de Estados Unidos más cercano a Cuba- un largometraje sobre una hormiga gigante. El director Joe Dante utiliza esa premisa para ofrecer un simpático homenaje al cine de serie B, que en los años de la guerra fría no solo funcionó con frecuencia como metáfora del miedo a los rusos, sino que también sacó partido argumental tanto de la paranoia colectiva generada por la bomba atómica como de las posibles mutaciones provocadas por su radioactividad.

LA OJIVA: LA CRISIS DE LOS MISILES EN CUBA COMO NUNCA TE LA HAN CONTADO (2018)

La primera novela del cubano Jorge Luis García Hernández tiene una premisa irresistible: unos ladrones roban del puerto de La Habana un contenedor que creen lleno de electrodomésticos y alimentos en conserva, pero que en realidad aloja un misil nuclear de tres kilotones, y entonces los dos responsables de la custodia del artefacto -un soviético y un cubano- emprenden una carrera a contrarreloj para recuperarlo. Entretanto, mucha intriga.   

X-MEN: PRIMERA GENERACIÓN (2011)

Ofrece una visión alternativa de la crisis de los misiles. Según la película, su responsable es un malvado mutante cuyo objetivo es provocar una guerra nuclear de la que solo puedan sobrevivir las criaturas superdotadas de su misma condición, y acelerar así un proceso de selección natural que a la larga supondrá la imposición de los mutantes sobre la raza humana.

LISANKA (2010)

Ambientada en un pueblo cubano imaginario de Cuba, contempla a dos jóvenes lugareños que compiten por el amor de una mujer con uno de los soldados soviéticos enviados a la isla por Nikita Jruschov. Entretanto, no solo retrata las posiciones enfrentadas en el seno de la sociedad cubana entre los partidarios de la Revolución y sus opositores; también reflexiona, desde la sátira y el cinismo, sobre el proceso de ‘sovietización’ que el país caribeño experimentó en la segunda mitad del siglo pasado.

TOPAZ (1969)

Quizá la ficción más infravalorada de Alfred Hitchcock, la protagoniza un espía francés encargado de verificar la instalación de misiles sovieticos en Cuba y poner al descubierto una organización secreta que filtra los secretos de la OTAN a la Unión Sovietica. Mientras teje una maraña argumental, la película muestra aspectos no especialmente amables de la vida cotidiana en La Habana, y ofrece un retrato algo más bien esquemático -y algo despectivo- de los revolucionarios cubanos.

MIDNIGHT SWIMMER (2011)

Personaje señero del escritor Edward Wilson, William Catesby es un agente del MI-6 a quien en estas páginas se encarga la misión de hacer contactos clandestinos y ofrecer a Moscú un acuerdo secreto con el que poner fin a la crisis de los misiles. Esta es solo una de las fascinantes reflexiones que el espía ofrece: “Lo que hace que la Guerra Fría fuera tan peligrosa es que los rusos jugaban al ajedrez y los estadounidenses jugaban al póker”.

LADYBUG, LADYBUG (1963)

Basándose en hechos reales, y adoptando un estilo documental, retrata las diferentes reacciones que un grupo de colegiales en una pacífica comunidad de la América rural tienen frente a la amenaza repentina de un ataque nuclear. Su inspiración dramática parece ser ‘El señor de las moscas’, el arquetípico relato de William Golding, y su mensaje es claramente antimilitarista.

EL ESPÍA INGLÉS (2020)

Se inspira en la historia de Greville Wynne, un ingeniero reclutado a principios de los 60 por el MI6 británico y la CIA para que contribuyera a proporcionar a Estados Unidos la información confidencial suficiente para evitar el enfrentamiento nuclear con la Unión Soviética. Gracias a Wynne, sostiene la película, entre la Casa Blanca y el Kremlin existe una línea directa que garantiza que jamás volverá a producirse un enfrentamiento nuclear tan febril entre las dos superpotencias. ¿Jamás?

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