Optimismo frente al cambio

El nuevo Gobierno de Israel arranca con el reto de pasar página a la era Netanyahu

Naftali Bennett ya es primer ministro después de una reunión a puerta cerrada con el exmandatario sin ceremonia oficial ni apretón de manos

"Israel no tiene mejor amigo que Estados Unidos", ha recordado el presidente Biden tras felicitar a Bennett y Lapid

Reuvin Rivlin, presidente de Israel, rodeado de Naftali Bennett (izquierda) y Yair Lapid (derecha).

Reuvin Rivlin, presidente de Israel, rodeado de Naftali Bennett (izquierda) y Yair Lapid (derecha). / AFP

Andrea López-Tomàs

Andrea López-Tomàs

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La resaca de una noche histórica no ha detenido a Israel. Desde primera hora el nuevo Gobierno de Naftali Bennett y Yair Lapid ha empezado a trabajar. Apenas media hora ha durado el traspaso de poderes por parte de Netanyahu sin ceremonia formal por la negativa del ya exmandatario. Poco ha tardado el presidente estadounidense, Joe Biden, en felicitar al nuevo primer ministro. Mientras, sus vecinos más inmediatos, los palestinos, y su rival Irán han confirmado que el cambio de ejecutivo no conlleva ninguna alteración en sus relaciones. 

"Los ciudadanos de Israel nos miran ahora y la carga de la prueba recae sobre nosotros", defendió Bennett ante la Knéset, el Parlamento israelí, este domingo antes de ser ratificado como primer ministro. Tras conocerse que 60 diputados le habían dado su confianza, la alegría estalló en las calles de la capital, Tel-Aviv. Personas de todas las edades, ataviadas con banderas israelís y del arco iris, tomaron la plaza Rabin y la llenaron de euforia y optimismo. 

Doce años en el poder de Netanyahu han llevado a la secular capital a celebrar que ahora les gobierne quien presidió el Consejo Yesha, el mayor órgano de protección de los colonos de la Cisjordania ocupada. Alimenta sus esperanzas la perspectiva de rostros nuevos y sobre todo, del adiós al 'ministro del crimen', como llaman al exmandatario en un juego de palabras entre prime de prime minister y crime en inglés. Emociones encontradas ante el cambio dominaban a algunos israelís presos por una noche del jolgorio.

Sin apretón de manos

Quien no está nada contento es quien ha sido el primer ministro más longevo de la historia de Israel. Netanyahu se ha negado a celebrar una ceremonia formal para oficializar el cambio de gobierno. Sin apretón de manos ni foto oficial, Bennett ya es primer ministro después de una reunión a puerta cerrada con Netanyahu en su oficina en Jerusalén. Topaz Luk, un asistente del ahora líder de la oposición, ha dicho a la radio del Ejército que está "lleno de motivación para derrocar a este peligroso Gobierno lo antes posible".

Al otro lado del Atlántico, olvidan rápido a Netanyahu. "Mi Administración está totalmente comprometida a trabajar con el nuevo Gobierno israelí para promover la seguridad, la estabilidad y la paz para los israelís, los palestinos y la gente en toda la región", ha dicho Joe Biden. El mandatario estadounidense, que tardó un mes en llamar a Netanyahu tras llegar a la Casa Blanca, ha asegurado: "Israel no tiene mejor amigo que Estados Unidos". El secretario de Estado, Anthony Blinken, ha invitado a Bennett y Lapid a visitar pronto Washington. 

"Entidad colonial"

Otros mandatarios como el canadiense Justin Trudeau, la alemana Angela Merkel, el británico Boris Johnson y hasta el Ministerio de Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos se han unido a las felicitaciones. Desde Irán, no esperan que la política exterior y de seguridad israelí cambie bajo su nuevo Gobierno, ha reconocido Exteriores. "La renovación del acuerdo nuclear es un error", dijo Bennett el domingo en la Knéset siguiendo la misma línea que su predecesor. "Israel no permitirá que Irán adquiera armas nucleares y mantendrá plena libertad de acción", añadió. 

En Gaza y Cisjordania han confirmado que este Ejecutivo no supone un cambio. "Este es un asunto interno israelí", ha afirmado Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abás. También desde Hamás, el portavoz Fawzi Barhoum se ha pronunciado: "Independientemente de la forma del gobierno en Israel, no alterará la manera en que miramos a la entidad sionista". "Es una ocupación y una entidad colonial, a la que debemos resistir por la fuerza para recuperar nuestros derechos", ha agregado. 

Provocación en Jerusalén

A su vez, Hamás ha hecho un llamamiento a los palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este. La tan esperada y controvertida Marcha de las Banderas se celebra este martes. Docenas de ultranacionalistas judíos desfilarán por la Ciudad Vieja de Jerusalén, pasando por zonas palestinas. "Un acto provocativo y una escalada peligrosa que afecta a nuestros lugares más sagrados, y una agresión hacia todos los árabes y musulmanes", ha denunciado la Yihad Islámica. 

Hace poco más de un mes, la convocatoria de esta marcha y las agresiones a los manifestantes palestinos en la Ciudad Santa provocaron la respuesta de Hamás con misiles. Ahora la amenaza sigue latente pero se une a otra igual de tenaz. "Si está destinado a que estemos en la oposición, lo haremos con la cabeza alta hasta derrocar a este peligroso gobierno y volver a liderar el país", dijo Netanyahu el domingo. El exprimer ministro no tiene ninguna intención de abandonar el escenario político.