POSIBLE INJERENCIA

'Hackers' rusos atacaron la empresa ucraniana en la que trabajó el hijo de Biden

Según una firma de ciberseguridad, la acción fue lanzada por el servicio militar ruso poco después de que se iniciara el proceso de 'impeachment'

Joe y Hunter Biden.

Joe y Hunter Biden. / periodico

Marc Marginedas

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La historia se repite, y muy bien podría ser el anticipo de lo que el mundo será testigo en los meses a venir, hasta que se celebren las elecciones presidenciales en EEUU. Piratas rusos probablemente vinculados al servicio de inteligencia militar conocido como GRU han intentado penetrar en el sistema informático de la empresa gasística Burisma, en cuyo Consejo de Administración trabajó Hunter Biden, el hijo de Joe Biden, exvicepresidente norteamericano y principal candidato demócrata a disputar la presidencia a Donald Trump, según ha informado ‘The New York Times’.

De acuerdo con los expertos consultados por la publicación estadounidense, dada la naturaleza del ataque informático, su amplitud y el momento en que se produjo, lo más plausible es que los 'hackers' estuvieran buscando materiales comprometedores sobre el hijo de Biden con el objetivo de dañar las aspiraciones presidenciales de su progenitor. Las revelaciones, a buen seguro, agitarán el debate político interno en EEUU, en un momento en que el Senado se dispone a juzgar a Trump, acusado de presionar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para que investigara a su rival político.

Para sorpresa de los observadores, los métodos empleados por los piratas informáticos rusos para penetrar en los sistemas de Burisma son muy similares a los usados durante la campaña previa a los comicios del 2016 en los ordenadores del Partido Demócrata. Los atacantes usurparon la personalidad de individuos o empresas de confianza de empleados con el objetivo de obtener sus contraseñas y nombres de usuario, lo que en algunos casos surtió efecto y en principio, les permitió acceder a información confidencial.

"Han tenido éxito"

“Los ataques han tenido éxito”, ha declarado Oren Falkowitz, cofundador de <strong>Area-1</strong>, una firma de seguridad radicada en Silicon Valley, quien en el pasado había trabajado en la Agencia Nacional de Seguridad. No está claro, sin embargo, de qué materiales lograron apoderarse los intrusos informáticos o su relevancia. Durante la campaña del 2016, piratas vinculados a Fancy Bear o al GRU enviaron emails fraudulentos; en esta ocasión, además del recurso a los correos falsos, los atacantes abrieron páginas web falsas que imitaban gráficamente a las pertenecientes a compañías subsidiarias de Burisma.

De comfirmarse las revelaciones, se certificaría, una vez más, la coincidencia de las acciones e intereses de Rusia con el comportamiento del actual líder de la Casa Blanca. De hecho, todo apunta a que los piratas informáticos buscaban exactamente lo mismo que el presidente Trump aspiraba a obtener cuando conminó a su homólogo ucraniano Zelenski a investigar y a revelar posibles materiales comprometedores vinculados al hijo de su principal competidor en la liza presidencial. La difusión de la transcripción de dicha conversación ha desencadenado un proceso de destitución que debe ser examinado ahora por el Senado, tras haber superado el trámite de la Cámara de Representantes.

Según los observadores, el GRU, un hermético servicio de inteligencia vinculado al Ministerio de Defensa, se ha erigido en la principal herramienta del Kremlin para lanzar campañas de desestabilización en Europa o EEUU.  Investigaciones en curso han detectado el rastro del GRU en numerosas crisis que han sacudido a países miembros de la UE. Agentes del GRU participaron en el envenenamiento del exagente ruso Serguéi Skripal y su hija en el Reino Unido, en la tentativa de asesinato de un comerciante de armas en Bulgaria. En España, se detectó la presencia en Barcelona de uno de sus agentes, Denis Sergueyev, que trabaja bajo la identidad falsa de Serguéi Fedótov, en los días previos a la celebración del referéndum en Catalunya en octubre del 2017, lo que ha motivado la apertura de una investigación por parte de la Audiencia Nacional.