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Los 'tories' escoceses sacan pecho

prime minister boris johnson

prime minister boris johnson / periodico

Kim Amor

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Los conservadores escoceses andan bien encaminados hacia las elecciones de este jueves, según indican los sondeos, y entre sus filas se respira cierta euforia contenida. Su principal objetivo es superar el excelente resultado que obtuvieron hace dos años en el no hace mucho feudo de los laboristas –hoy en declive- y ahora de los independentistas del Partido Nacional de Escocia (SNP), de la ministra principal, Nicola Sturgeon.

Escocia aporta al Parlamento de Westminster 56 diputados y el propósito del Partido Conservador y Unionista de Escocia es superar los 13 escaños que consiguieron en las generales del 2017, el mejor resultado de la formación desde 1983. En las generales del 2015 solo se hicieron con un escaño.

El debate sobre la independencia y el ‘brexit’ tuvieron, sin duda, mucho que ver en el espectacular repunte de los ‘tories’ en territorio hostil, pero también la buena gestión y liderazgo de Ruth Davidson, la entonces máxima dirigente. Davidson dimitió de su cargo el pasado mes de agosto, un día después de que el primer ministro, Boris Johnson, anunciara la suspensión temporal de las sesiones del Parlamento británico.

En esta campaña electoral, los conservadores escoceses saben donde golpear. Ante el casi único discurso de Sturgeon dirigido a los indecisos de que la secesión es la única solución al “caos del ‘brexit’" y de que es necesario un nuevo referéndum de independencia, los ‘tories’ hacen sangre con la crisis que atraviesa el sistema sanitario y el educativo escocés, competencias del Ejecutivo de Edimburgo.

Hartazgo electoral

Aprovechan también el hartazgo de muchos electores que en los últimos cinco años han sido llamados a las urnas hasta en ocho ocasiones. Dos generales, dos europeas, dos referéndums, unas elecciones municipales y otra para elegir a los miembros del Holyrood (el Parlamento regional).  La de este jueves es la novena elección y si se cumplen los deseos de la ministra principal, sumarían 10 de celebrarse un nuevo referéndum a finales del 2021.

Precisamente fueron en los comicios locales celebrados también en el 2017 donde los ‘tories’ sacaron pecho, sobre todo en Glasgow. Ciudad tradicionalmente de izquierda, los laboristas y nacionalistas perdieron en barrios obreros como Shettleston, situado en la parte este de la ciudad, la más empobrecida.

La regidoría por esta circunscripción fue sorpendentemente a parar a Thomas Kerr, un chaval de 20 años, criado en un barrio margianal e hijo de padres heroinómanos. “A los diez años de edad era yo el que cuidaba a mi madre, no ella a mi”, decía entonces a sus electores.

La estrella de los 'tories'en Glasgow se muestra optimista y cree que su partido va a sacudir una vez más la política escocesa. “Nuestro mensaje ha calado hondo en Escocia y creo que conseguiremos superar los 13 escaños. Nos van a votar en zonas donde el Partido Conservador tradicionalmente no ha tenido apoyo. Esta va a ser la sorpresa de la noche electoral”, afirma a este diario.

“La gente quiere que se debata de cómo mejorar la educación, la sanidad, la seguridad en las calles y sobre el problema de las drogas, no sobre el ‘brexit, la independencia o más referéndums. Nosotros tengamos las cosas claras sobre estos asuntos y eso la gente lo agradece”, añade.

Kerr se ha convertido en la gran promesa de los conservadores en su ciudad natal y sigue escalando puestos dentro del partido. Este año ha sido elegido jefe de filas del grupo municipal, formado por 8 regidores, siete más de los que tenían.