DEBATE POR LA SECESIÓN DE LA PROVINCIA FRANCÓFONA

Quebec vuelve a la carga

La líder del PQ, Pauline Marois, saluda a la gente en un mercado durante la campaña electoral

La líder del PQ, Pauline Marois, saluda a la gente en un mercado durante la campaña electoral / CM/WY

DAVID LJUNGGREN (REUTERS) / Varennes

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Hace menos de dos décadas, en el que fue quizás el momento más traumático de la historia canadiense moderna, la provincia de Quebec, habitada predominantemente por francófonos, estuvo a punto de votar a favor de la independencia. Y pese a que una nueva votación puede estar aún lejana, el sentimiento independentista ha regresado a la agenda política debido a que un partido opositor que defiende la idea de dividir Canadá en dos parece casi seguro que ganará las elecciones provinciales que se celebrarán el próximo martes.

El Partido Quebequés (PQ) se queja de que Quebec no se aprovecha lo suficiente de las ricas reservas de hierro, zinc, níquel, cobre y oro y quiere obligar a las empresas mineras a pagar royalties más elevados. También defiende endurecer las condiciones para que las firmas extranjeras puedan hacerse con el control de compañías locales.

A buen seguro, reforzará las leyes para garantizar el predominio del idioma francés, al tiempo que promete un nuevo referendo de secesión de Canadá en cuanto sea el momento adecuado."El tiempo está jugando en contra de Canadá, en el sentido de que el vínculo que sienten los quebequenses hacia Canadá se está diluyendo", asegura un diputado del PQ, Stephane Bergeron, de 47 años, probable ministro en un futuro Gobierno dominado por el PQ."Creo que Canadá va a tener que adecuarse a los tiempos que corren", asegura, mientras pide el voto en su circunscripción de Vercheres, un feudo separatista junto al río San Lorenzo, al este de Montreal.

Quebec, donde el 80% de sus 7,8 millones de habitantes hablan el francés como lenguamaterna, siempre se ha insertado con dificultad dentro de Canadá -un país principalmente anglosajón de 34,5 millones de habitantes- y celebra su propia festividad provincial con mayor fervor que el 1 de julio, el Día de Canadá.

ara abandonar Canadá, los separatistas tendrían que ganar un nuevo referendo. El partido pro independencia perdió por un amplio margen en 1980, pero en 1995 el resultado del referendo fue mucho más ajustado, y los separatistas consiguieron un 49,4%.

Falta de carisma

La líder del PQ, Pauline Marois, asegura que celebraría"mañana"un referendo si estuviera segura de la victoria, lo que por ahora parece improbable, dado que los sondeos colocan el porcentaje de electores que apoya la independencia en el 40%.

Marois, que para muchos carece del carisma necesario para afrontar con éxito la campaña de una eventual consulta, solo promete concentrarse por ahora en la economía, el sistema sanitario y la educación, asumiendo que logrará hacerse con el poder. En tal caso, sería la primera jefa de Gobierno de la historia de Quebec.

Pese a todo, la opinión pública del electorado local es tradicionalmente mucho más volátil que en el resto de Canadá, tanto en la política federal como en la provincial, y el ansia por lograr la independencia puede cambiar rápidamente.

El PQ, que alcanzó por primera vez el poder en 1976, asegura que Quebec es suficientemente maduro para independizarse. El partido encabeza los sondeos, en parte debido a la desilusión con los liberales tras nueve años en el Gobierno.

Un tercer partido de reciente creación, la Coalición por el Futuro de Quebec, encabezada por un exministro del PQ, quiere posponer toda conversación acerca de referendos durante una década y concentrarse en la economía.