Cuatro de cada diez habitantes del área de Barcelona destina casi la mitad de sus ingresos al alquiler

Los precios de los alquileres están disparados y los datos e informes recientemente publicados no hacen más que confirmar una realidad que los vecinos de las grandes zonas urbanas sufren en su día a día. Esta misma semana, el Incasòl publicó las últimas cifras del precio medio de alquiler a lo largo del territorio catalán, una información que desvelaba cifras récord en los alquileres durante el segundo trimestre de 2023 en Barcelona y buena parte de su área metropolitana.

Tan solo un día después, este pasado martes 10 de octubre, el Institut Metròpoli hizo público un informe en el que destaca que un 42,6% de la población de la región metropolitana de Barcelona que vive de alquiler destina más de un 40% de sus ingresos a cubrir estos gastos, según los datos del periodo 2021-2022 de las últimas ‘Estadísticas metropolitanas sobre condiciones de vida’.

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El estudio explica que, aunque estas cifras se han reducido respecto al periodo anterior, marcado de pleno por la crisis derivada del covid-19, todavía no existe una recuperación respecto a las cifras prepandemia. Además, el informe señala que se ha producido una reducción en la diferencia que supone el peso del alquiler en los inquilinos de Barcelona con respecto a los del resto de la región metropolitana.

Más allá del alquiler, desde el Intitut Metròpoli reflejan que los gastos destinados a la vivienda que asumen las familias —incluyendo aquí alquileres, hipotecas o suministros, entre otros— mantienen una “tendencia creciente que se ha acentuado en el último año”.

De este modo, en los últimos seis años, el gasto mensual medio en vivienda de los hogares metropolitanos acumula un aumento del 18,3%. Este gasto varía entre los 293 euros para los hogares con vivienda en propiedad totalmente pagada y los 935 euros para los hogares en régimen de alquiler o realquiler.

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La tendencia alcista de los alquileres

Los altos porcentajes de ingresos destinados al alquiler hace ya tiempo que son una constante en la principales zonas urbanas del territorio español. De hecho, el último informe anual del Banco de España destacaba que, en 2021, un 48,9% de los hogares españoles que residían en viviendas de alquiler se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social —el porcentaje más elevado de la Unión Europea—.

Además, también señalaba que un 40,9% dedicaba más del 40% de su renta disponible a la vivienda —frente a un 21,2% en el promedio de la Unión Europea—, con especial incidencia en las familias con menor renta. “Tras la pandemia, en 2022 la demanda de alquiler se habría recuperado de forma más vigorosa que la oferta, observándose una nueva dinámica alcista en los precios nominales”, comenta el informe.

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En el caso del área metropolitana de Barcelona, los últimos datos del Incasòl exponen que 23 de los 36 municipios de la zona registraron un aumento de los precios durante el segundo trimestre de 2023.

Ante este panorama de escalada generalizada de precios, la ‘consellera’ de Territori, Ester Capella, reclamó este lunes al Gobierno español que aplique la Ley de Vivienda y que permita a Catalunya regular los alquileres.

Además, Capella incidió en la falta de un parque de vivienda pública, lo que permitiría a las administraciones influir en el mercado de la vivienda de forma más efectiva. Un déficit de domicilios públicos que también se da en el territorio español, ya que suponen tan sólo un 1,6% del total de hogares del parque de vivienda español.