May Tager, la modelo israelí salpicada por la guerra

La modelo israelí May Tager es el último fichaje de Dior para la campaña navideña y su elección ha estado rodeada de dosis de controversia, ya que, hasta el año pasado, su principal rostro era Bella Hadid, cuyo padre es de origen palestino y ambos han sido muy militantes en defensa de la causa palestina desde el inicio de la guerra. Con el mundo en perpetua crispación, las redes no han tardado en incendiarse, salpicando de política internacional al sector de la moda. 

Pero la realidad es menos controvertida. Fuentes cercanas a Bella Hadid han dicho a Associated Press que el contrato de la conocida joven de 27 años con la casa de moda de lujo terminó en marzo de 2022, mucho antes del conflicto. Aunque Tager es una de las varias modelos que aparecen en la campaña navideña de 2023 de Dior, también estuvo en la versión del año anterior. Sólo hace falta revisar su cuenta de Instagram para comprobarlo.

Pero, ¿quién es esta nueva cara que, con 24 años, llega pisando fuerte en el mundo de la moda? Con apenas 71.500 seguidores –son pocos en el sector, Hadid tiene 61 millones–, Tager ya ha trabajado con marcas como Giorgio Armani, Louis Vuitton, Lacoste, Loewe o Victoria’s Secret. 

Como la cara visible de la agencia israelí Yuli Group que la representa, Tager ya ha conocido las luces y las sombras de la profesión en la que empezó con apenas 15 años. Un mes después de empezar desfilar, la adolescente se marchó a Londres durante un mes. “Me perdí el primer día allí, lloré todo el tiempo”, explicaba en una entrevista en el sitio web israelí de noticias Ynet el pasado mes de mayo. “Estaba traumatizada y mi agencia tuvo conversaciones conmigo y me dijo que dejara de hacer pucheros; dejarlo todo e irme a Londres fue mucho que gestionar, pero, aún así, lo superé”, añadía. Desde entonces, sus delicadas facciones y su 1,75 metros de altura han conquistado medio mundo.

Su cuerpo dijo "basta"

Tager va saltando de una campaña a otra, de un país al siguiente. Nueva York, París, Londres, Barcelona, Tel- Aviv, Milán o Gotemburgo son las principales ciudades donde trabaja. Pero, en un gesto poco común entre las profesionales de la pasarela, la joven israelí tuvo que decir basta hace poco. La elevada intensidad de su forma de vida la obligó a detenerse. “La ansiedad y el estrés me provocaron una dolencia física que se hizo más pronunciada con el tiempo”, explicaba la supermodelo a Ynet. 

“Me sentí mal cuando estaba en Nueva York, momento en el que el dolor en las articulaciones comenzó a agudizarse, pero, después de un tiempo, se puso tan mal que ni siquiera podía moverme, ni siquiera podía deshacer mi maleta”, rememoraba. Su cuerpo le habló: “para”. Y lo hizo. Durante dos meses, se retiró de las pasarelas y los sets para cuidar de sí misma de vuelta a Israel. “En términos relativos, salí bien, pero el dolor intenso y el hecho de estar postrada en cama me hicieron valorar la vida nuevamente”, reconoce. 

Ahora, ya está recuperada y ha vuelto con todo para ser uno de los rostros navideños de Dior. Aún así, la falsa polémica con Hadid la ha convertido en foco de comentarios de odio en sus redes sociales. Eso no la ha detenido a la hora de seguir compartiendo contenido en solidaridad con el pueblo israelí.

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