El nacionalismo fanático impera en Catalunya

En relación con la carta de Xavier Serra Besalú, 'La violència és de l'Estat', el fanatismo anula la razón y provoca una grave ceguera que impide ver la realidad, además te incapacita para el más simple ejercicio de autocrítica, es como vivir en un mundo paralelo al estilo Matrix pero sin pastilla roja para recuperar la cordura.

Dice que la violencia es del Estado sin más, sin argumentos. Le recomiendo leer el 'Contrato social', de Rousseau, donde se explica por qué el Estado es el único legitimado para usar la violencia.

Efectivamente, no es lo mismo ser valiente que ser violento, ni es cierto que todos los independentistas sean violentos, pero los miles que han destrozado Barcelona, que retienen a otras personas en las carreteras, que insultan, que intimidan y que agreden sí que lo son. Y cuando los CDR anuncian "Independencia o barbarie", o cuando la ANC y la CUP valoran positivamente esa violencia porque internacionaliza el conflicto, lo que hacen precisamente es reconocerla. Flaco favor hacen al independentismo no violento.

Por cierto, soy catalán y Mosso d'Esquadra, dice que el Estado "está pudriendo la buena policía catalana" y yo le digo que se equivoca, lo que la está pudriendo es la absoluta politización del cuerpo por parte del Gobierno independentista, tal y como ha quedado acreditado con la agenda de la vergüenza del señor Víctor Terradellas, que clasifica a los mandos según su ideología política.

Y respecto al concepto de 'fascista', si tiro una piedra a alguien, por mucho que le grite fascista, el fascista no es el que recibe la pedrada sino el que lanza la piedra. Nos definen nuestras acciones y no nuestras palabras.

Para acabar, cuando escribe "y punto" deja claro que no admite otras opiniones, algo que encaja muy bien con el nacionalismo fanático que impera en Catalunya del "conmigo o contra mí".