"Paquita no se merecía acabar en una silla de ruedas"

Ella no se merecía lo que sucedió. Paquita era una mujer sencilla, amiga de sus amigos y sobre todo muy buena persona. El 7 de noviembre de 2018, se dirigió a su médico de cabecera ya que hacía días que notaba un fuerte pinzamiento en la espalda. Aún recuerdo las palabras de su médico tras las pruebas realizadas: "Solo tiene un pequeño problema en los discos, pero tranquila, es operable". Seguidamente, le pidió los datos para ponerla en lista de espera. Paquita quedó impactada al conocer la noticia de que tendría que esperar 152 días hasta poder ser operada. Pese a esto, estaba tranquila, el médico le había dicho que no era un problema serio.

Pasaban los días, y Paquita se resentía cada vez más de aquel dolor. Pasaba noches en vela, lloraba a escondidas de sus hijos..., los días hasta la operación se hacían eternos. El 17 de febrero de 2019, la vida de Paquita dio un giro inesperado. Aquella mañana, Paquita se levantó como de costumbre alrededor de las 8 de la mañana. Al incorporarse, Paquita se desvaneció, ya que era incapaz de mover las piernas. Su marido llamó a la ambulancia y la trasladaron al hospital. Allí le atendió el mismo médico de la otra vez, pero esta vez los resultados iban a ser distintos. Él le comunicó que nunca iba a poder volver a andar y que, en consecuencia, tendría que pasarse toda la vida sentada en una silla de ruedas. ¿Y si el tiempo de espera hubiese sido solo de 15 días? Pues Paquita podría seguir haciendo su rutina diaria, sin depender de una dichosa silla de ruedas.

Es por ti, Paquita. Lucharemos hasta conseguir que la Seguridad Social mejore, y para que otros no tengan la misma desgracia que tú.