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"Las familias barcelonesas con menores con discapacidad no tenemos opción de casales de verano"

Se destinan 71.000 euros para casals de verano.

Se destinan 71.000 euros para casals de verano.

Como madre de una niña de 11 años con discapacidad visual, me pregunto quién es el responsable en la ciudad de velar por los derechos de los menores con discapacidad. Me refiero a la gestión del tiempo libre. En Semana Santa los casales públicos no ofrecen servicio y en verano no hay turno preferente. Los privados no aceptan a los niños con discapacidad en la mayoría de ocasiones. Y lo digo desde la amplia experiencia. Si en el público no consigo plaza me toca peregrinar por las diferentes escuelas, explicar la situación y preguntar si la podrían admitir. Y la respuesta suele ser "no".

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Aunque en ocasiones me llevo una sorpresa, como esta Semana Santa, que en un casal de baile la aceptaron sin ningún problema. Sin embargo, el primer día, a las dos horas, me llamaron para explicarme que no la podían tener en el centro. Esta experiencia hizo que me preguntara quién se encarga de velar por los menores con discapacidad durante el periodo de vacaciones en Barcelona.

Y empecé a investigar. Llamé al ayuntamiento y me indicaron que no se encargan de los centros privados. Pues en Semana Santa la Administración no ofrece servicios y no quise preguntar quién da licencias a los centros privados. Me indicaron poner una reclamación y entregarla en la OAC y acudir a la Oficina por la No Discriminación (OND). Realicé la entrevista en OND, me aconsejaron seguir poniendo reclamaciones, pero no hubo soluciones, más que ofrecer una mediación.

Por lo tanto, las familias con menores con discapacidad en esta ciudad debemos tener a los niños encerrados en casa. Esto representa un agravio respecto a otros niños por dos motivos: no se permite que se integren en la sociedad, excluyéndoles de las actividades propias de su edad y, en segundo lugar, el coste familiar es infinitamente mayor (unos 150 euros por semana casal vs 150 euros al día de canguro).

Por lo tanto, en mi ya larga experiencia, tengo clara la respuesta a mi pregunta de quién se encarga de cuidar a los niños con discapacidad en vacaciones: nadie.

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