Ojalá esta situación nos ayude a comprender que nos necesitamos

En una situación tan extraña y encerrada en casa, por indicaciones del país.... Siento una sensación de inmenso agradecimiento a todas esas personas que sin conocer están allí para ayudar: empleados de supermercado, conductores, personal de limpieza, farmacéuticos, seguridad, sanitarios, cuidadoras... En fin, una cantidad de personas anónimas que hacen que todo pueda seguir con la máxima normalidad en esta situación de alarma. Ellos, más que nunca, nos hacen entender que la sociedad es una colectividad y que sin ellos hoy nos sentiríamos peor.

Hoy ellos, pero mañana deberemos ayudar y aportar nosotros. No podemos, no debemos vivir aislados del vecino, del compañero, del que nos cruzamos por la calle sin conocer..., porque todos somos parte del lugar y todos vivimos en el mismo mundo y en la misma época y aunque nos creamos poderosos, situaciones como la que actualmente enfrentamos nos deben hacer reflexionar y gritar bien fuerte que de forma individual no deberíamos vivir y que nos necesitamos.

La individualidad, la soledad social, el aislamiento de forma permanente ( no hablo de la soledad puntual, que todos necesitamos) es aislarse de la colectividad, del amor, de la amistad, y nos guste o no somos una sociedad colectiva y en la interrelación está el aprendizaje, el amor, la amistad, la alegría, las risas compartidas...

Ojala está situación nos traiga la empatía con el otro, la mirada amable y nos ayude a comprender que todos somos parte del todo y que la alegría mas bella es la compartida. Y cuando podamos volver a darnos la mano, que sea un signo de amistad y cercanía a conocidos y desconocidos, y mirar a los ojos y reconocernos como iguales. Y no olvidemos el hoy.