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"Muertes que son el fracaso del sistema y también de la sociedad"

Amine le mandó una rosa a su madre a través de esta fotografía poco antes de morir.

Amine le mandó una rosa a su madre a través de esta fotografía poco antes de morir. / El Periódico

Acabamos el 2020 entre la euforia de las navidades y la esperanza de las ansiadas vacunas, pero el arranque del 2021 no podía ser más desalentador, con grandes hechos conocidos por todos. Hay dos noticias que me han afectado mucho, me han removido por dentro y me han hecho pensar en el gran fracaso del sistema y de la sociedad también.

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Recuerdo que, cuando era pequeña, había un cuento que me aterraba: 'La cerillera', una niña que vendía cerillas en la calle y solo se podía calentar con ellas, hasta que las cerillas, con el mismo frío, dejaban de encenderse, y la niña también se apagaba hasta la muerte. Yo, con mi visión de niña, no podía entender como podía pasar eso´. Si la gente la estaba viendo, ¿cómo podía ser que nadie la ayudara? Y sentía su frío. Y hoy lo he vuelto a sentir pensando en Amine y Mohamed, dos seres humanos que literalmente vivían en las calles de Barcelona, totalmente desahuciados, y que han muerto de hipotermia. La cerillera, Amine y Mohamed eran 'nadies'.

El segundo hecho sucedió en EEUU. La única mujer en el corredor de la muerte ha sido ejecutada. En 67 años no se había ejecutado a ninguna mujer, una de las últimas decisiones de Trump, sin clemencia. Si solo nos explican el motivo hasta habrá personas que lo entiendan y justifiquen: con un cuchillo de cocina abrió el útero de una mujer de 23 años, embarazada de ocho meses, y extrajo el feto, que sobrevivió. Es fuerte, ¿verdad? No hay nada que justifique y perdone esto. Lisa Montgomery, la asesina, durante toda su infancia fue violada sistemáticamente por su padrastro y utilizada por su propia madre para el tráfico sexual. ¿Nadie vio nada? ¿Alguien intentó salvar a una niña? Por el desenlace parece que no

Ambos casos eran los 'nadies' del gran Eduardo Galeano: "Los nadies los hijos de nadie ,los dueños de nada. [...] Sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte, pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca...".

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