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Madrid rompe España tanto como los independentistas catalanes

Ignacio González y Esperanza Aguirre, en una reunión del comité de dirección del PP de Madrid.

Ignacio González y Esperanza Aguirre, en una reunión del comité de dirección del PP de Madrid. / JOSÉ LUIS ROCA

Es evidente que España no se rompe solamente por los independentistas catalanes, las grandes brechas intergeneracionales, interterritoriales y digitales la están rompiendo en mil pedazos.

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Damos por hecho que Catalunya y Castilla y León son dos autonomías en descomposición. Su tejido empresarial hace aguas por todos los costados y se van a Madrid por parecidos motivos. El Madrid centralizador con su autonomía se ha convertido en un paraíso fiscal interior (PFI).

En Catalunya asusta el independentismo insolidario; en Castilla y León, el otro nacionalismo, el español, igualmente insolidario y que nos impide ver con claridad que la Comunidad Autónoma de Madrid –haciendo uso de su autonomía- hace inviable nuestra comunidad como tantas otras a su alrededor.

Madrid, con sus competencias fiscales, tiene ampliamente bonificado el Impuesto de Sucesiones y el Impuesto del Patrimonio porque le es suficiente con el Impuesto de Sociedades y del Impuesto sobre las Rentas de las Personas físicas. Para conseguir la domiciliación fiscal “perfeccionada”, se tienen que domiciliar allí las personas, también las sociedades y, así, los primeros impuestos arrastran al resto. Solamente el año pasado, la consejera de Economía de la Junta de Castilla y León ha dicho que más de 100 familias con sus empresas de “aquí” han cambiado su domicilio fiscal.

Y como se llevan las empresas y las personas con altos patrimonios, se llevan también a nuestros jóvenes más preparados para trabajar con ellos. Entre los 20 empleos más demandados en Salamanca, ninguno de ellos necesita título universitario.

Esta centralización no se produce solamente en temas oficiales, también en otras instituciones como las religiosas que hace mucho tiempo “centralizaron” allí toda su gestión, vendiendo suelo especulativo y llevándose el dinero –a Gescartera incluida-. Ahora las pocas monjas de clausura que nos quedan tienen que ser alimentadas incluso por los bancos de alimentos y por la asistencia social. Ver para creer.

¿Hablamos del sistema financiero y las cajas de ahorros? La brutal imposición de la troika nacional de acabar con las cajas de ahorros ha dejado a las provincias lejanas sin ellas, dicen que por mala gestión -pero la peor gestión se hizo en Caja Madrid y ahora Madrid cuenta con Bankia, la fusión de muchas cajas de ahorros del resto del País. Ahora ganan mucho dinero y pagan impuestos, todos en Madrid.

¿Hablamos de las leyes comerciales? Doña Esperanza Aguirre presumió de la liberalización horaria en su Comunidad de Madrid. Esta misma medida, sin contar con sus comunidades vecinas, hace inviable la mayor parte de nuestros pequeños negocios, es decir, autónomos y pequeñas empresas “de provincias”. En resumidas cuentas, tendríamos muchas más razones para decir que Madrid rompe España tanto como los independentistas catalanes, pero al menos ellos no presumen de españoles.

Por todo ello perdemos a nuestra gente joven y nos despoblamos, perdemos nuestros capitales y nuestras empresas, perdemos nuestro futuro. Madrid, oficialmente es una fuerza de Coriolis por donde se escapan todas las esencias de las Ex-pañas.

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