"El estado de algunos lugares de Barcelona me produce vergüenza ajena"

Me duele ver, cuando paseo por La Rambla, lo dejada que está. Los puestos de flores están llenos de grafitis, como si ni el que tiene el local se preocupase ni el Ayuntamiento tampoco. Las farolas clásicas negras, igual: la mayoría con grafitis. Los parterres altos que están cerca del mercado de La Boqueria, secos. Ni una planta. Sé que el grafiti es una lacra con la que nos toca vivir, pero de vez en cuando se podría hacer un repaso.

Otro sitio que da pena es el paseo del Moll de la Fusta. La mayoría de las baldosas azules de las barandas están rotas y plagadas también de grafitis. En las pérgolas de madera, los maceteros están dejados y solo sirven de ceniceros y de papelera. Y más cosas de la ciudad para las que no tengo espacio.

¿Qué imagen ofrecemos a los ciudadanos que nos visitan? A mí me da vergüenza ajena. Señores del Ayuntamiento, les ruego que hagan algo al respecto.