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Los usuarios del bus 7 de TMB no viajan con Karma
Un autobús de la línea 7, a su paso por paseo de Gràcia con Diagonal. / JOAN PUIG
Laura Martínez
Soy usuaria habitual (o sufridora habitual) de la línea 7 del bus de Barcelona. El 7 es el único autobús que tenemos los habitantes de la zona de Diagonal Mar / Poblenou para trasladarnos a nuestro lugar de trabajo o estudio. Su frecuencia de paso en hora punta es de unos 10-12 minutos. Una frecuencia que no absorbe el volumen de personas que lo utilizamos.
Entretodos
Cojo el autobús en la parada de Diagonal-Rambla del Poblenou. Si pierdes el de las 8.28/8.30, no llega otro hasta las 8.40/8.42. A pesar de ser de las primeras paradas de la línea (la séptima), el autobús llega repleto de gente y ya cuesta entrar. Conforme avanza, la situación se va haciendo insoportable. Usuarios que no pueden entrar por las puertas delanteras se cuelan por las de atrás, provocando la indignación del resto de viajeros. Obviamente, no veo bien que haya personas que entren por las puertas traseras, sin pagar y pasando por delante de personas que han intentado entrar de forma legar por las puertas reglamentarias; pero en el fondo entiendo que a nadie le gusta llegar tarde al trabajo por culpa de un autobús que va repleto y que no sabes a qué hora volverá a pasar.
Algunos usuarios del 7, además, no conocen a la Karma de su campaña y se dedican a empujar, dar pisotones, insultar y verter todo su odio contra el resto de ciudadanos, que también sufrimos la nula capacidad de TMB para ofrecernos una solución. Tampoco defiendo a los energúmenos que empujan, pero puedo entender la furia mañanera de entrar en un autobús y tener la sensación de ser una simple sardina sin derechos a la que encima bombardean con mensajes publicitarios de que viajes con Karma y que utilices el transporte público. Mantener la calma cuando puedes considerarte privilegiada si estás agarrada a un asidero sin necesidad de realizar una postura acrobática, cuando tu espacio vital queda reducido a un palmo, cuando tienes la mochila de un niño clavada en tu estómago, cuando la bolsa donde llevas el 'tupper' está dos piernas por delante de las tuyas y no sabes si la podrás recuperar, no es fácil, no.
Pongo una media de una queja semanal en la web de TMB. Los trabajadores de atención al cliente me contestan de forma amable y puntual, pero nunca solucionan mis problemas. Me dan respuestas genéricas sobre las nuevas líneas de bus de Barcelona, sobre el incremento de algunas frecuencias de paso o sobre la futura incorporación de nuevos conductores. Pero a los usuarios del 7 todo esto no nos afecta, porque no han pensado en nosotros. Felicito al resto de la ciudad beneficiada, pero nosotros vamos a seguir igual.
Esta semana han acabado los colegios. Por un lado debería estar contenta, porque bajará el número de usuarios del 7. Pero por otro me temo que TMB va a reducir aún más la frecuencia de paso con esta excusa. De esta forma, seguiremos yendo como sardinas y llegando tarde al trabajo. Eso sí, acompañados de la Karma.
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