Los lobos siempre están al acecho de una nueva presa, actúan en manada con un alto grado de coordinación y eficacia, y aprovechan el momento idóneo para hincar los dientes. Algo similar está pasando en estos tiempos confusos en la política española.
Por desgracia, existen algunos partidos deshumanizados, insensibles a los efectos de la pandemia de coronavirus, donde las cifras de contagiados y fallecidos son meros instrumentos para acusar a quien gobierna en favor de su causa. Acusaciones de "asesinos y vende patrias", por un lado, y de "con nosotros, en un país independiente" hubieran muerto menos ciudadanos", por otro, son dignas del mayor desprecio que se le puede achacar a un ser humano.
¿Tan adictivo es el poder? ¿Hasta dónde es capaz de llegar el ser humano por su fanatismo? Utilizar las cifras de la pandemia como arma política es mostrar la parte más oscura del ser humano. La manada está hambrienta y sus objetivos justifican todos los medios.