A los jueces que se marchan de Catalunya

La jueza Bárbara Córdoba declaró a TV-3 la demanda de traslado por su parte debido a la polarización que se vive en Catalunya. Sería conveniente, desde el punto de vista académico, poder realizar un trabajo de campo en antropología respecto a cómo viven y la opinión de los funcionarios del Estado destinados en Catalunya durante los últimos diez años. Podría ser un trabajo de investigación de lo más útil.

Las pistas que da con su argumentación resultan de lo más sugestivo. Menciona la polarización de una sociedad, que había sido cosmopolita. Es el mismo argumento de los que se consideran ciudadanos del mundo, me gustaría saber quiénes no lo son. 

El imperio de la ley, en principio, es para no caer en la tiranía de un gobierno. Cuando el Gobierno hace dejación política y utiliza la ley para amortajar a los que discrepan, con dificultad se puede hablar de democracia, porque todas las leyes están para poderlas cambiar y no como lo que sucede, que desde el punto de vista práctico es imposible respecto a la aspiración legítima de construir un Estado en Catalunya, en función de los deseos de toda la población y no de una parte que bloquea a la otra argumentando una Constitución que más del 60% de la población viva no ha podido refrendarla.

Dice de pasada, respecto a la marcha de un número de empresas, que considera que las empresas cambian de sede buscando los paraísos fiscales, que el Gobierno les ofrece. Durante la pasada crisis económica se cerraron infinitas empresas, que en muchos casos hicieron huelgas muy duras. No sé si tuvo la curiosidad de pasear por los polígonos industriales para apreciar el pánico que generaba a padres de familia que se quedaban sin sustento. Las huelgas no son ningún pasatiempo.

Lo peor que se puede hacer a los hijos es secuestrarlos en una torre de marfil, para que no se contaminen de la realidad social en el momento histórico en que se vive. Y por último, a la pregunta de la periodista de si se adoctrinaba en la escuela, fue la única contestación que no generalizó.