"Jueves naranja, viernes negro y la perpetuación de los estereotipos machistas"

El 25 de noviembre es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, justo un día antes del Black Friday, ese delirio consumista que hemos importado de Estados Unidos. A diferencia del viernes negro de las compras prenavideñas, ese día ha tenido como color el naranja y el lema de este año ha sido "Únete: Pinta el mundo de naranja: pon fin a la violencia contra las mujeres hoy”.

Lo curioso es que llevemos semanas oyendo hablar del negro y, por desgracia, nada del naranja. Aunque, pensándolo bien, no resulta tan curioso. Esta es la lógica aplastante de la sociedad consumista, individualista y, por desgracia, machista en la que vivimos. Porque no hay cosa más eficaz para perpetuar el machismo que un mercado volcado en fomentar los cánones de belleza para vender más cremas, maquillajes o tacones. Y porque muchas veces el machismo llega por la publicidad, disfrazado de inocentes regalos. Y así tenemos dos días que, uno detrás del otro, reman a menudo en direcciones opuestas.

Ojalá este viernes negro sea un poquito más naranja y ojalá este año el mercado, con sus armas de persuasión masivas, no contribuya a perpetuar las actitudes y estereotipos machistas de todos los años.

Aunque eso es mucho pedir, ya lo sé.