"La infame actitud de Vox en el Congreso es intolerable"

El nivel parlamentario en los últimos años ha ido rebajándose año tras año, con broncas e insultos cada vez de mayor calibre, y desde la llegada a las instituciones de la ultraderecha de Vox el nivel ha ido bajando más precipitadamente. Lo del miércoles 23 ya ha pasado todas las líneas rojas, fue de extrema gravedad. La infame intervención de la diputada ultraderechista Carla Toscano ha subido una escalón más en el historial de declaraciones subidas de tono y llenas de odio de Vox. Esta señora, por llamarla de alguna manera, ha lanzado acusaciones de extrema gravedad contra la ministra Irene Montero, como «libertadora de violadores», y ha dicho que el único mérito que tiene es «haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias», un insulto personal y una muestra de violencia política.

Una cosa es criticar la acción política de Irene Montero, cosa totalmente legítima, y otra cosa es llegar al insulto personal, zafio, barriobajero, tremendamente asqueroso y despreciable, intolerable a todas luces, y esto que ocurrió debe marcar un antes y un después. No podemos seguir por este camino, o paramos esto o solo ira a peor. Y esta gente puede que, tras las próximas elecciones, esté en el Gobierno, y los españoles deberían evitar esto. Una cosa muy legítima es sentirse conservador o liberal, sentirse muy patriota español, y otra cosa es que legitimemos su mensaje de odio.

Si ellos tocan poder, lo lamentaremos, de eso estoy seguro. No es por sus ideas, ya digo que es legítimo ser de derechas, y por supuesto me consta que muchísimos votantes de Vox son buenas personas, pero en mi opinión votan a personas que no vienen a cambiar nada, que dicen ser muy patriotas pero en el fondo odian a España, quieren que este país sea su cortijo e imponer su cerrada visión del mundo y excluir a los que no piensan como ellos.