La inadmisible falta de adaptación de las estaciones de metro a la movilidad reducida

El pasado sábado en Barcelona tuve que hacer transbordo e ir de la línea de metro verde (L3) de la parada de Passeig de Gràcia a la línea amarilla (L4). Allí vi a una pareja de ancianos, una mujer en silla de ruedas y el que parecía su cónyuge tirando de ella, con problemas para acceder a la misma línea que yo.

Se vieron obligados a pedir ayuda a los miembros de seguridad, ya que la estación no dispone de un ascensor en ese tramo. No sé cómo acabó la situación, pero transportar a esa mujer con discapacidad por unas escaleras no sería nada fácil aunque se hiciera entre varias personas, además de ser peligroso. Por ello, supongo que se vieron obligados a buscar una alternativa al metro.

Con esto quiero recordar al Ayuntamiento de Barcelona que aún hay muchas estaciones que no están habituadas para personas con movilidad reducida, y muchas de ellas son estaciones céntricas e importantes, como Passeig de Gràcia. Esta situación es inadmisible y deberían tomarse medidas cuanto antes.