"Gastad, gastad malditos... si podéis"

Hace 50 años que se abandonó el patrón oro y se pasó a un patrón basado en la deuda, con el cual prácticamente ningún país carece de deuda externa. Parece ser que aquello que nos inculcaban de que no puedes gastar más que de lo que ingresas no es un plato de buen gusto para los sistemas nacionales, financieros y productivos.

Todos sabemos que hemos de vivir en 'semiausteridad' y siendo conscientes de que no hemos de caer en un consumismo exacerbado. Esto es algo curioso teniendo en cuenta que el sistema capitalista solo puede sobrevivir engullendo recursos y promoviendo el consumismo.

Vivimos en un entorno basado en nuestro aspecto, en nuestro móvil, en nuestro coche, nuestra ropa. Nos educan en la creencia de que triunfar en la vida es tener una familia sana, sí; pero una familia con un buen coche, un buen piso, segunda residencia o unas vacaciones de lujo… qué puedo decir que no sepamos.

¿Contradictorio? Vivimos en un país en el que el 47% de trabajadores (dato 2017) cobran menos de 1.000 euros al mes, por lo que todo lo que consideramos triunfar es esta vida está más que lejos de sus posibilidades. Y no hablamos de coches lujosos ni nada parecido, hablamos de poder comer verdura todas las semanas o tomarte una semana de descanso al año.

Hace tiempo este entorno era para gente que, por circunstancias varias, no habían tenido educación o posibilidades. Pero ahora nos encontramos a gente con carreras y con másteres expulsados del sistema por no haber tenido suerte o escogido una carrera 'adecuada'. Pero, según ciertos políticos o foros, son vagos que no quieren trabajar.

Y con este sistema que hemos montado como sociedad y que nos venden en cada esquina aún nos sorprendemos y nos atrevemos a criticar a las personas que se endeudan.

Desconozco cómo llamar a esta actitud generalizada, pero demagogia se me queda corto, más bien, hipocresía.