"Mi estrategia para utilizar un lenguaje neutro en cuanto al género"

Me gustaría compartir una estrategia para hablar neutro de una manera natural. Les cuento. La parte principal es evitar las desinencias de género. Sí, el mar es bonito y la mesa redonda. Pero en referencia a humanos, mejor buscar alternativas. Así pues, esa luz tan fuerte te deja 'sin vista', más que ciego, ciega o 'ciegue'. Porque, personalmente, esto de 'i' o 'e', me resulta un poco artificial. Mi cerebro no lo procesa con fluidez. Otra parte es la identidad. Creo que esto debería decidirlo cada cual.

Los pronombres: en mi caso, prefiero los masculinos (él). Entre otros motivos porque, al ser yo de género no binario y mientras la sociedad siga tan estancada en el pasado, el masculino ha sido tradicionalmente el plural universal. Sin embargo, habría que reducir el uso de pronombres. Así pues, 'mis estudiantes se portan bien en clase' es mejor que 'ellos se portan bien en clase'. Los denominativos: ¡tantas alternativas como ideas! Como antes, hablaré en el plano no binario, ya que es mi caso y el menos conocido. Hasta la fecha, mi cerebro solo ha podido imaginar tres combinaciones. Primero, usar un nombre neutro, tradicionalmente válido para chico o chica. Otra opción es usar un nombre compuesto por una palabra de cada género: Ana José, José María… ¡o combinaciones más originales, como Pedro Sara! Siempre me imagino la típica situación en que te preguntan el nombre y dices “me llamo Pedro y también me llamo Sara, usa el que prefieras”. La tercera opción incluye lo masculino y lo femenino en una dimensión más amplia. Aquí estoy yo. Consiste en usar un denominativo femenino y pronombres masculinos, o viceversa. Así pues, mi mamá me llama Clara. Pero cuando habla de mí, dice "él".

Por último, decir que, sea cual sea tu estilo, procura siempre respetar a quien tengas delante. Hablarle como hablarías a cualquier otra persona. Eso significa, por ejemplo, preguntar ¿cuál es tu nombre? en lugar de ¿qué nombre prefieres?