No entiendo que haya tan escasa respuesta ciudadana ante el racismo

El pasado domingo 11 de noviembre acudí a la manifestación en Barcelona que habían convocado diferentes colectivos de personas migrantes y racializadas y que también tenía lugar en las principales ciudades de España (Madrid, Zaragoza, Valencia, Bilbao...).

Las proclamas eran en contra del racismo estructural, la violencia que sufren estos grupos y la conmemoración del 26º aniversario del asesinato de Lucrecia Pérez, entre otros. Esta mujer dominicana fue considerada la primera víctima del racismo en España en 1992, año en el que, por cierto, 12.000 personas en Madrid y 30.000 personas en Barcelona salieron a manifestarse para repudiarlo.

Por el contrario, no puede decirse que la de este domingo fuera una manifestación masiva, ni mucho menos: la participación más alta fue en Madrid, con 3.000 personas. En el caso de Barcelona, menos de 1.000. ¿Dónde estaban este domingo todas las personas que salieron a manifestarse por la violencia de las cargas policiales del 1-O, el 3 de octubre? Supongo que cuando lo sufren 'los otros' no importa tanto.

Pero mi sorpresa llegó cuando el lunes consulté los principales medios de comunicación, tanto de prensa escrita como informativos de las principales cadenas televisivas, y comprobé que apenas se hicieron eco de la noticia, o si lo hicieron fue casi inapreciable.

Sin embargo, sí fue noticia que Michelle Obama visitara la escuela donde había hecho danza de adolescente, se fundiera en un abrazo con las alumnas y que en una entrevista confesara que se había hecho la fecundación in vitro. 

Realmente me parece un absurdo. ¿Cómo se me informa acerca de lo que hizo o deshizo la cónyuge de un expresidente de los Estados Unidos y, por el contrario, no hay ni rastro de lo que sucedió al lado de mi casa? ¿Tiene que haber un asesinato para que reaccionemos ante el racismo?