"La cultura espera en un eterno semáforo en rojo"

Todos somos conscientes de que la humanidad no está pasando por su mejor momento. Indudablemente, se habla de lo mucho que la pandemia ha afectado a nuestras vidas, normalmente de forma negativa. Nos ha arrebatado momentos y experiencias o nos ha cambiado radicalmente cosas que nunca nos planteamos que pudieran verse tan diferentes, como por ejemplo, la cultura. Pese a ser un ámbito tan importante está siendo marginado durante la pandemia.

Todo se ha parado de un segundo a otro: la cultura se queda esperando en un eterno semáforo en rojo, que pese a ponerse en amarillo en ciertos momentos, nunca llega al verde. Los amantes del arte bien sabemos que sin cultura no somos nada. La humanidad pierde su esencia, su fuerza, su virtud, su propia vitalidad. Es todo aquello que nos da color, que nos hace volar, sentir, pensar.

Afortunadamente, podemos continuar consumiendo arte desde casa, pero no es lo mismo. Momentos como la sensación de alegría de ir al cine o las ansias de que llegue el día del concierto de tu banda favorita se esfuman de repente. Perdemos momentos que nos hacían ser un poco más felices y olvidarnos por unos instantes de los problemas del exterior. La cultura siempre nos ayuda a evadirnos del ruido del mundo, y cuando no nos es posible, sufrimos. Poco la valoramos para la gran labor que hace.

Con un poco de empatía, fuerza y sobre todo arte y paciencia, todo mejorará. No nos olvidemos de aquello que nos hace ser quienes somos, aún menos en tiempos como estos, y valorémoslo como nunca. Cuidemos aquello que nos ha cuidado a nosotros siempre.