Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

Cuando el político se vuelve un ser irracional

El presidente de Cs, Albert Rivera, apoya al candidato Juan Marín, en el cierre de campaña, en Granada.

El presidente de Cs, Albert Rivera, apoya al candidato Juan Marín, en el cierre de campaña, en Granada. / EFE / MIGUEL ÁNGEL MOLINA

Hablar a veces de lo insensato y de lo absurdo que tienen algunos hechos y  decisiones que toman nuestros políticos, resulta a veces gracioso y hasta circense y por desgracia, muchas veces, cruel y frustrante para la democracia y para el bienestar, la igualdad, y sobretodo el respeto del pueblo como ser humano y de su dignidad. Y es que muchas decisiones, por ser partidistas, egoístas, están cargadas de irresponsabilidad y de 'sumisión' a agentes económicos que las apoyan, sin tener en cuenta las consecuencias finales. Esto demuestra que el 'ser político', muchas veces, está perdiendo su racionalidad y alejándose del ser humano.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

De insensato, absurdo e irracional es observar todo lo que nuestros políticos están publicando en sus redes sociales y en sus mítines precampaña electoral. Unos y otros han demostrado la diferencia que hay entre el 'ser político' y el ser humano. Entre los intereses particulares de los partidos políticos, y los intereses reales y prioritarios que el pueblo desea, entre ellos: su libertad, su igualdad.

De insensato, absurdo e irracional es la respuesta que algunos medios informativos y sus 'tertulianos' hacen y utilizan su palabrería para provocar enfrentamiento. Y utilizando argumentos a favor y en contra, lo único que pretenden es diluir problemas como el de la corrupción, falta de propuestas sociales para mejorar el bienestar y sobretodo el de la falta de libertad e igualdad del pueblo.

Dejen de 'jugar'. Dejen de 'mentir'. Dejen de hacer 'malabares' y ' trilerismo'. Respeten al ser humano, al pueblo y su dignidad. Con insensateces, irracionalidades y provocaciones no se conseguirá lo que la democracia desea y el pueblo necesita.

No sean absurdos e insensatos, hagan de la política un respeto de humildad, sensatez, coherencia, y sobretodo, alejada de lo absurdo e irracional. Así es como se hace una democracia grande y así el pueblo creerá y confiará en la política, en sus políticos y en el 'ser político'.

Participaciones de loslectores

Másdebates