"Comportamientos que me despiertan rabia y compasión a partes iguales"

Hay actos que resultan verdaderamente incomprensibles. Hemos pasado de una alerta sanitaria máxima a esto que estamos viviendo, que es difícil de entender y calificar. El 11 de septiembre se vivió en Barcelona una manifestación multitudinaria sin ningún tipo de distancia social y totalmente centrada en un posicionamiento político, con participación política y reivindicaciones políticas. Lo previsible, pero me planteo que si los ciudadanos saliéramos en tromba a reclamar mejoras en lo que nos afecta a todos: educación, sanidad, vivienda, pobreza infantil....tantas y tantas cuestiones de justicia... seguramente nuestras brillantes autoridades nos recordarían nuestra irresponsabilidad en tiempos de pandemia.

El 12 de septiembre regresaba a mi casa y pasé por la plaza de Ibiza. Se estaba celebrando un concierto de los jóvenes de la izquierda de Horta, por supuesto sin mascarillas ni distancia de seguridad (destacar que la franja de edad con menos vacunados es la de los veinteañeros) y que acabó con un discurso digno de ser grabado para ejemplificar la carga de rabia y odio con el que van creciendo. Solo decir que hablaba de represión, de falta de libertad, de opresión... sin que se cuestionara, ni él ni los presentes, la incompatibilidad de eso y el mismo acto de estar allí. Cerró el discurso así: "¡Puta Europa, puta Francia y sobre todo puta España!"

La verdad, todos estos comportamientos y declaraciones, de unos y otros, me despiertan rabia y compasión a partes iguales...