El primer 'networking' de mujeres emprendedoras a bordo de un tren viaja hasta Marsella

Estaban ilusionadas, emocionadas y llenas de curiosidad. Las emprendedoras participantes en el primer 'networking' a bordo de un tren ha salido este jueves puntual a las 16.34 horas de la estación de Sants de Barcelona. La artífice de la idea, experta en relacionar personas, Rosaura Alastruey, arrastraba ligera la maleta por el andén con una sonrisa pilla: al subir al coche reservado del AVE que las llevaba a Marsella tenía un montón de actividades preparadas.

Las cinco horas de trayecto eran una especie de calentamiento de lo que vivirán en la ciudad francesa. "Organicé un crucero de networking también exclusivamente femenino meses atrás y una de las paradas fue allí", relata Alastruey, "estuvimos en contacto con las mujeres emprendedoras marsellesas, hemos mantenido la relación y, cuando me enteré de que Renfe recuperaba el tren directo a Marsella en julio, escribí por Linkedin a su presidente para hacerle la propuesta". Y a Raül Blanco le pareció perfecto.

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Jornadas de emprendeduría

Han montado el viaje para participar en las jornadas de emprendeduría que se celebran allí estos días. Pertenecen a sectores muy diversos y son de Sabadell, Mataró, La Seu d’Urgell, Vilassar de Dalt, Sabadell, Vic, Sant Fost de Campsentelles y Barcelona. El grupo es reducido (son ocho) pero, su capacidad para tejer relaciones, enorme, prosigue la organizadora del viaje. "A las mujeres nos cuesta mucho dedicarnos dos días a nosotras mismas, siempre pasan otras tareas por delante, es un lujo poder hacer este trayecto y construir nuevos proyectos", constata una entusiasta Alastruey.

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Les había enviado el programa a todas, pero sin especificar qué harían en el espacio reservado para ellas en el tren, aunque tenían asegurada la energía de una persona que lleva "18 años enseñando a la gente a tejer vínculos, sino me aburro". Entre ellas, una fotógrafa, una especialista en gestión emocional, una taxista o una nutricionista.

Oportunidad de crecimiento

"Es una oportunidad para crecer. Nos sirve para compartir lo que hacemos cada una de nosotras en nuestro día a día y, además, en mi caso me ayuda a tener nuevas ideas, aprendo mucho", explica la orientadora laboral Mireia Gargallo, que lleva años participando de las originales propuestas de Alastruey. "Me interesa especialmente ver cómo trabajan nuestras colegas francesas, su manera de hacer", cuenta antes de subirse al AVE internacional.

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Gargallo lo tiene claro: "Las mujeres tenemos una realidad muy diferente a la hora de emprender, siempre es una experiencia más dura, hay que picar mucha piedra y demostrar siempre que estás a la altura de lo que aspiras, todo es más complicado".

Visita con mirada femenina

Al llegar a Marsella les espera la formadora y consultora en lactancia Ester Artells. Miembro del Cercle català de la ciudad ("el más antiguo de Europa y el segundo del mundo después del de La Habana", explica orgullosa), ha planificado su participación en las jornadas empresariales y también una visita al casco antiguo "con mirada femenina". No solo pasearán por las calles más conocidas sino que les enseñará "el primer edificio levantado por una arquitecta en Francia, donde vivió la primera mujer que entró en el orden médico o les descubriremos que la primera mujer ministra de Francia era de la ciudad".

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Además del turismo, "de lo que se trata es de que compartamos nuestras realidades laborales y aprendamos cosas nuevas, como un taller de comunicación con una experta", prosigue Artells, que confiesa que ha tenido que convencer a su hijo pequeño de que estará dos noches fuera de casa por trabajo, "y aunque sepa que con su padre está perfectamente siempre te queda el 'ay'", lamenta.

El primer tren networking de mujeres quiere repetirse una vez al año y que la red de contactos sea cada vez mayor, como si de una interminable red ferroviaria se tratara.