Tejido mercantil

El 42% de los adultos que emprenden en Catalunya lo hacen por necesidad, 25 puntos más que antes del covid

Cara y cruz del parque empresarial: ¿por qué hay récord de nuevas empresas mientras se duplican los concursos?

La inversión en empresas se desploma el primer semestre en España

El profesor del departament d'Empresa de la UAB, Carlos Guallarte, en el Bizbarcelona 2023

El profesor del departament d'Empresa de la UAB, Carlos Guallarte, en el Bizbarcelona 2023 / ELISENDA PONS

Paula Clemente

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Mientras que antes del estallido de la pandemia de covid o de la guerra en Ucrania solo dos de cada diez emprendedores catalanes decían haber montado su negocio como forma de ganarse la vida ante la escasez de trabajo, ahora, el porcentaje lleva instalado por encima del 40% desde 2020. Son, según los datos de la última actualización del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), el 42% en 2022, algo menos que el año anterior (46%) y el previo (48%), pero mucho más que en los países con mayores ingresos del mundo (29%). Este último porcentaje, además, prácticamente no se ha movido estos últimos años, ni siquiera con la reciente ráfaga de crisis.

En Catalunya, en cambio, sí. En 2019, la inmensa mayoría de los emprendedores aseguraban haberse lanzado a abrir un negocio para marcar una diferencia en el mundo o para asegurarse una gran riqueza o una renta muy alta. Ambas opciones eran entonces las favoritas para el 80% de la muestra, más o menos a partes iguales. Sin embargo, ahora, apenas lo son para el 44% de los emprendedores. En cuarto lugar, el 5% lo hace para continuar con una tradición familiar.

“Esta diferencia en el perfil motivacional de las empresas catalanas incide en la calidad del emprendimiento, las expectativas de crecimiento y la capacidad de superviviencia”, analizan los responsables del informe, elaborado por el Institut Metròpoli y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) en colaboración con la Generalitat de Catalunya y la Diputació de Barcelona, y presentado este miércoles en la feria Bizbarcelona.  

Una zona de trabajo dentro de uno de los estands del Bizbarcelona 2023

Una zona de trabajo dentro de uno de los estands del Bizbarcelona 2023 / ELISENDA PONS

Según ha ejemplificado en este salón el profesor del departament d’Empresa de la UAB Carlos Guallarte, la impresión de que emprender es una actividad que proporciona ‘estatus’ social y económico cayó de forma muy acusada los años posteriores a la crisis del ladrillo y muy en paralelo a los movimientos sociales surgidos al calor del 15M. Desde entonces, pese a haber ido remontando, hay una diferencia de entre 15 o 20 puntos con la Unión Europea.

De hecho, esta radiografía de la situación del emprendimiento en la comunidad concluye también que en Catalunya, la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) –el porcentaje de adultos que manifiestan ser empresarios de un negocio en fase inicial–, desciende ligeramente del 7,2% del año pasado al 6,9%. Sigue siendo, en cualquier caso, el porcentaje más alto del Estado, empujado por los buenos datos que refleja la provincia de Barcelona, con un 7,3% que supone avanzar una décima respecto al año previo.

Intención de emprender

“Estamos saliendo de la pandemia, un estancamiento y no una gran bajada, la interpreto como un dato positivo”, ha señalado la diputada presidenta delegada del Àrea de Desenvolupament Econòmic i Turisme de la Diputació de Barcelona, Eva Menor, que ha sumado a eso que son “unos datos optimistas en cuanto a la intención de emprender”.

Efectivamente, este año mejora considerablemente la proporción de adultos que se plantea constituir una empresa en los próximos años, una tasa que crece más de un punto hasta rozar el 10%. “Estamos bien –ha concedido también Guallarte–, no obstante estamos a cinco puntos de diferencia de Europa, es una de las tareas que tendremos que trabajar”.

De hecho, según esta recopilación de datos, Catalunya y España solo quedan por encima de Europa en número de emprendedores consolidados, aquellos que gestionan negocios de más de tres años de vida. Pero este indicador no es necesariamente positivo. “Tener una tasa tan alta de emprendedores consolidados es socialmente positivo, pero a nivel de dinamismo empresarial no tanto: con este dato un poco más bajo y una tasa de abandono más alta, probablemente se regenere más el tejido”, apunta el profesor de la UAB. Según estos datos, la tasa de abandono roza el 4% en Europa, pero ni siquiera llega al 2,5% en Catalunya. "Todo depende de las alternativas, y si emprendes por necesidad es porque no percibes otras alternativas", ha concluído.