Demografía mercantil

Cara y cruz del parque empresarial: ¿por qué hay récord de nuevas empresas mientras se duplican los concursos?

Primer semestre de récord en creación de empresas: han abierto casi 61.000 negocios, el mejor dato en 15 años

Los concursos de acreedores se duplican en España en el segundo trimestre

Barcelona 11.11.2022 Economía. Inauguración del Enel Innovation Hub, un espacio de colaboración de Endesa, y Enel con 'startups' catalanas. C. Almogàver 11-17. Foto Laura Guerrero

Barcelona 11.11.2022 Economía. Inauguración del Enel Innovation Hub, un espacio de colaboración de Endesa, y Enel con 'startups' catalanas. C. Almogàver 11-17. Foto Laura Guerrero / LAURA GUERRERO

Paula Clemente

Paula Clemente

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El mismo día que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicaba que en junio se habían puesto en marcha un 14,5% más de nuevos negocios que un año atrás (un incremento del 10,7% para el conjunto del primer semestre), el Colegio de Registradores anunciaba unos datos que, aparentemente, hacían aguar la fiesta: los 5.900 concursos de acreedores solicitados entre abril y junio suponen duplicar las cifras del año anterior. Son, en la primera mitad del año, un 50% más de procedimientos de este tipo, una tendencia que confirman datos publicados por Eurostat este viernes y que indican que el número de quiebras está en niveles máximos en la Unión Europea. Pero, incluso así, en esta improvisada balanza gana la euforia emprendedora: primero, porque –por lo menos en España– abren muchas más empresas (casi 61.000 entre enero y junio) que las que se disuelven (14.000, en números redondos) o que las que se declaran formalmente insolventes para atender sus obligaciones de pagos (cerca de 11.000); segundo, porque las estadísticas en torno a los concursos tienen muchos matices.

El número de quiebras se dispara, pero gana la euforia emprendedora: “Que cierre un negocio que va mal, no es una mala noticia”

“Las etiquetas de ‘bueno’ y ‘malo’ quizás no son tan así: que el número de concursos crezca no es, de por sí, un mal indicador, solo quiere decir que los negocios que no funcionan, cierran”, introduce el abogado especializado en Derecho Concursal y miembro del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), Martí Batllori. “Que cierre un negocio que va mal, no es una mala noticia”, sentencia el mismo.

Además, añade este especialista, después de un concurso es habitual la apertura de otra sociedad. “La gente, cuando cierra un negocio, al día siguiente busca dinero para abrir otro: la creatividad, la innovación y las ganas de emprender no se acaban con un concurso”, asegura.

A ello suma Jordi Albiol, economista miembro del Col·legi d’Economistes y abogado concursal en el bufete RCD, que en la cultura española es muy habitual interpretar el concurso como una situación negativa, cuando “bien hecho, otorga herramientas suficientes como para salvar empresas que están en situación de crisis económica”. “Seguimos claramente por debajo de los datos de concursos de personas físicas y jurídicas de Europa, porque aquí no se entiende como una herramienta adecuada”, sostiene.

La regulación de los ‘concursos sin masa’, más ágiles, y la caída de la moratoria concursal ha hecho que se multipliquen los casos, pero aún están lejos de las de otros países

Establecida esta premisa, ambos profesionales reconocen que el número de concursos de acreedores crece, pero explican que eso ocurre por tres razones básicas, ninguna de ellas de mucha importancia en la práctica: que hace un año estaba vigente una moratoria concursal que ya no existe, y que se han regulado mucho mejor los concursos sin masa, una fórmula que agiliza mucho el trámite y, consecuentemente, lo incentiva.

Concursos sin masa

“Los concursos se han ido retardando, porque entre la moratoria concursal [un marco jurídico vinculado al covid que libraba a las compañías de la obligación de declarar el concurso cuando no pudieran hacer frente a sus deudas] y las ayudas, prácticamente no ha habido concursos estos últimos dos años”, apunta Albiol, que encuentra lógico que, habiendo desaparecido ambos escudos, hayan caído las empresas que dependían de ellos. “Hay un repunte, pero nada que ver con las épocas locas concursales”, afirma este abogado. En este sentido, Batllori se emplaza a los datos del tercer trimestre, un periodo que ya permitirá comparar en igualdad de condiciones: la moratoria concursal desapareció, precisamente, en junio del año pasado.

Pero hay otro gran elemento, el de los concursos sin masa, una fórmula que ya existía pero que se regula de forma mucho más clara en la nueva ley concursal. “Es una forma más rápida de cerrar cuando no tienes nada”, contextualiza el letrado del ICAB. A su parecer, esto puede haber animado a empresarios que dejaban la gestión para más adelante, porque en este nuevo escenario, en 3 ó 4 meses el asunto puede estar cerrado. “Haces la petición de concurso, le dices al juez que lo declare, pero simultáneamente lo concluye, porque es un concurso que no tiene masa para liquidar”, complementa Albiol lanzando otro dato: es muy probable que de 30 concursos que pueden salir publicados en el BOE en un día, 25 sean de este tipo.

De este modo, para ambos especialistas es mucho más significativo el buen dato de creación de empresas, que el número de concursos. “En cifras globales, cuantas más empresas hay, más posibilidades de que las haya sanas, pero también podridas”, sintetiza el abogado de RCD. “Hay cierres, pero puestos en el conjunto del sistema crediticio no son importantes, y en el entorno bancario no hay preocupación por el tema de la morosidad”, concluye, a su vez, Batllori, que ve además un último indicio para ser optimista: “Si se abren negocios es porque alguien está prestando el dinero para ello, y eso quiere decir que hay confianza”.  

Suscríbete para seguir leyendo