El equipo Alinghi Red Bull Racing de la Copa América de vela se traslada a su nueva base del Port Vell

El AC75 de Alinghi Red Bull Racing ya duerme a partir de hoy en su nueva casa. El monocasco con el que el equipo suizo competirá en la Copa América de vela del verano próximo ha tardado ocho minutos en recorrer la distancia entre la base provisional que le ha acogido en los últimos meses en el Nautic Center, en el Moll de Llevant y el edificio definitivo donde desde este jueves trabaja todo el grupo.

La base ocupa la explanada que dejaron los antiguos cines del Maremàgnum, entre el centro comercial y de ocio (que se transformará en los próximos meses) y el Aquàrium, que también afrontará un lavado de cara en el exterior y el interior.

"Estamos muy contentos con el cambio, ahora estamos mucho más céntricos y las condiciones de trabajo son mejores", explica el responsable de los mástiles de Alinghi Red Bull Racing, Elliot Miller. Desde que llegaron a Barcelona en julio del año pasado, los helvéticos han ocupado las naves del Nautic Center, que este jueves se veían casi vacías, sin el movimiento habitual de la escuadra del toro.

Una herramienta de trabajo

Los suizos aún no han acabado de acondicionar del todo su base, la más estable y elegante de las seis existentes. La gran diferencia con el resto es que sí ha construido con cimientos y su apariencia es de menor provisionalidad que los hangares y contenedores de franceses, americanos, neozelandeses, italianos y británicos. Desde el equipò explican que han apostado por una base más robusta porque tendrán en un único espacio tanto los almacenes como las oficinas, el 'hospitality' o la tienda.

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A partir de ahora contarán con los tres barcos en un único espacio, el AC75 que compraron en su día a Emirates Team New Zealand, y los dos AC40, que este jueves todavía estaban en la nave auxiliar del Nautic Center, a la espera de que en los próximos días acompañen al barco mayor.

Cuenta atrás para Vilanova

Miller explica que el equipo sigue entrenando en el campo de regatas barcelonés a la espera de que, dentro de un mes y medio, se midan las fuerzas en la regata preliminar de Vilanova i la Geltrú. Mientras, cinco de los seis equipos ya salen prácticamente cada día a entrenar por el litoral barcelonés, con lo que no es extraño ver cómo se cruzan unos con otros y se miran de reojo.