Pugna por el control de la compañía

El Govern cierra filas con el grupo industrial Celsa a las puertas del juicio contra sus acreedores

Viaje al corazón de Celsa | Multimedia

Celsa para parte de sus plantas y sus trabajadores salen a protestar contra los fondos acreedores

Imagen de la acería Celsa en Castellbisbal.

Imagen de la acería Celsa en Castellbisbal. / Ferran Nadeu

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El Govern de la Generalitat de Catalunya ha subrayado su apoyo al proyecto industrial de Celsa y ha mostrado "su implicación en su defensa frente a cualquier amenaza que quiera imponer criterios extractores del valor industrial" días antes de que, el lunes, comience el juicio que debe dirimir si la familia Rubiralta mantiene el control del grupo.

En un comunicado, el ejecutivo catalán se alinea así con los gobiernos de Euskadi y de Cantabria, con quienes comparte "posicionamiento coincidente", y con los sindicatos UGT y CCOO, representantes mayoritarios de los trabajadores del grupo. Celsa mantiene unos 30.000 empleos, directos e indirectos, en sus distintos centros ubicados en España.

La próxima semana, de lunes a viernes, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Barcelona celebrará un juicio que debe dirimir quien acaba teniendo el control de esta empresa siderúrgica, si la familia Rubiralta -la actual propietaria- o los fondos acreedores, que representan el 90% de la deuda jumbo y el 89% de la deuda convertible.

En un comunicado, el gobierno catalán señala: "Celsa es hoy una de las primeras compañías en aportación al PIB industrial de Catalunya y del Estado. Es también uno de los primeros generadores de puestos de trabajo y líder en el desarrollo de tecnologías y sistemas de producción que aseguran la autonomía industrial y la generación de empleo de calidad en un sector fundamental como es la producción de acero".

Incide en que la compañía "ha desarrollado un modelo de producción circular y bajas emisiones plenamente coincidentes con las demandas europeas de generar una industria sostenible y descarbonizada", lo que "le ha permitido demostrar su viabilidad, una vez sobrepasado el entorno negativo generado por el COVID-19, cerrando el año 2021 y 2022 con unos niveles de facturación récord en la historia de la compañía".

También recuerda que el grupo cuenta con un rescate de Sepi de 550 millones aprobado pero todavía no concedido, pues está condicionado a que exista un acuerdo entre las partes.

Valor estratégico

El Govern cree, en este sentido, que "la ayuda pública aprobada por el Gobierno español con el apoyo de todo el entorno social e industrial de la compañía es la solución necesaria que asegura el mantenimiento del centro de decisión y su viabilidad económica y social, ya que reconoce el valor estratégico de la compañía y protege la integridad de la cadena de valor y el modelo industrial que garantiza la reinversión de recursos y el mantenimiento de los puestos de trabajo".

"La compañía es estratégica para la economía y por eso reitera su apoyo al grupo, a sus trabajadores, y a los valores industriales estratégicos que representa", concluye el ejecutivo catalán.

En otro comunicado también difundido este viernes, la patronal catalana Foment del Treball ha definido a Celsa como una "compañía estratégica para el tejido industrial, catalán, español y europeo". "Damos apoyo a Celsa porque contribuye al crecimiento de la industria del territorio ya su reindustrialización y trabaja por la transformación industrial aplicando innovación y digitalización en sus procesos", añade esta organización.