Industria

Celsa bate récords de facturación y rentabilidad

El asesor de reestructuración de la siderúrgica ha valorado la empresa en un máximo de 2.800 millones de euros

Castellbisbal 15/06/2022 Acería Celsa en Castellbisbal En la foto, los metales que se han fundido en el horno de fundición salen en forma de viga incandescente y pasan a la zona de enfriamiento Fotografía de Ferran Nadeu

Castellbisbal 15/06/2022 Acería Celsa en Castellbisbal En la foto, los metales que se han fundido en el horno de fundición salen en forma de viga incandescente y pasan a la zona de enfriamiento Fotografía de Ferran Nadeu / Ferran Nadeu

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Celsa Group cerró el ejercicio 2022 con cifras récord de facturación y rentabilidad. En concreto, la compañía facturó en 2022 la cifra de 6.084 millones de euros, y alcanzó un resultado de explotación de 867 millones de euros.

Estos resultados superan ampliamente el récord histórico ya conseguido en 2021 en el que Celsa Group facturó 5.283 millones de euros y obtuvo un resultado de explotación superior a los 670 millones de euros.

Por su parte, un informe del asesor de reestructuración de Celsa, Lexaudit, con arreglo al análisis realizado por la consultora Grant Thornton, ha valorado la empresa en entre 1.800 millones y 2.800 millones de euros, según han explicado a Europa Press fuentes de los acreedores de la empresa.

Por debajo de los 6.000 millones

Esta cifra está "muy por debajo" de los 6.000 millones de euros de valoración que ha apuntado la propiedad de la empresa, en manos de la familia Rubiralta, según 'Expansión'. "Dado que el valor ni siquiera cubre la deuda de la empresa, las acciones de Celsa carecen de valor y, por tanto, cualquier valor concedido al accionista supondría una pérdida directa e incremental para los acreedores de la empresa", han añadido las mismas fuentes.

Asimismo, han recordado que la propuesta de financiación de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) exige que el 51% del accionariado de la empresa permanezca en manos de los actuales accionistas. Según ellos, esto provocaría que "la disponibilidad de fondos públicos requeriría aumentar el patrimonio neto de unos particulares --la familia Rubiralta-- a expensas de los demás accionistas de la empresa".

 El consejo gestor del fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas (Fasee), que depende de SEPI, aprobó a mediados de junio de 2022 la ayuda solicitada por Celsa por valor de 550 millones de euros, a través de la concesión de un préstamo participativo por importe de 280,5 millones y otro ordinario de 269,5 millones.

Pese a este préstamo público, en septiembre el grupo de acreedores de Celsa que aglutinan aproximadamente el 90% de su deuda, presentó en los juzgados de Barcelona un plan de reestructuración para reducir la deuda de la compañía en 1.291 millones de euros, con lo cual se quedarían con el 100% del grupo, que acumula una deuda de unos 2.800 millones de euros. El plan incluía transformar el préstamo convertible de 1.291 millones en acciones --mediante la capitalización de la deuda convertible y parte de la deuda jumbo--, y extender los vencimientos del resto de la deuda cinco años.

Los acreedores afirman estar comprometidos en mantener el centro de operaciones de la empresa en España y en asegurar el empleo de todo el grupo. La siderúrgica catalana no se ha cerrado a la posibilidad de que los fondos acreedores tomen parte del capital para desbloquear la negociación de su deuda.