Montcada i Reixac confía en que la revisión de Adif de las ofertas para soterrar las vías no retrasará la obra

Cuando en noviembre el Consejo de Ministros dio luz verde al soterramiento del trazado de la R-2 de Rodalies en Montcada i Reixac (Vallès Occidental, Barcelona) hubo un suspiro de alivio en el municipio. La adjudicación de la infraestructura se había envenenado porque la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) había presentado un recurso contra el pliego de cláusulas, lo que la retrasó seis meses. No obstante, en los últimos días ha regresado la inquietud después de que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) haya anunciado que ha encargado a una ingeniería la valoración de dos ofertas temerarias que se han presentado al concurso.

Las ofertas temerarias son propuestas de las empresas que aspiran a realizar la obra que están por debajo del presupuesto que inicialmente estima una administración después de haber cuantificado el coste de los materiales o el personal que se necesita. En el caso de la integración del ferrocarril en Montcada, la licitación era por 621 millones de euros pero los consorcios de empresas formados por Vías y Construcciones, Copisa, Azvi e Ingeniería y Servicios, por un lado, y Ferrovial, Comsa y FCC, por otro, estaban por debajo.

La alcaldesa, Laura Campos, que históricamente ha reivindicado la eliminación de los pasos a nivel atravesando su núcleo urbano, ha explicado a EL PERIÓDICO que su municipio se ha enterado de que Adif había dejado en manos de la firma Geocontrol la valoración de esas ofertas temerarias por los medios de comunicación. Una vez han contactado con ellos, la empresa pública dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana les ha asegurado que esta circunstancia no demoraría la ejecución de los trabajos, que se alargarán 72 meses.

"No hay punto de retorno"

"Estamos preocupados porque todo lo que tiene que ver con esta obra siempre genera cierta sensación de incredulidad", asegura la alcaldesa. No obstante, Campos cree que "no hay punto de retorno" y el soterramiento se acabará realizando, después de tantos años de reivindicaciones ciudadanas para acabar con la cicatriz urbana que representa la R-2.

La responsable municipal se muestra "convencida" de que la infraestructura se acabará soterrando y, así acabarán los atropellos de personas que cruzan las vías, ya que la revisión de los precios de los materiales que se hizo en su día por parte del ministerio, sumado ahora a la vigilancia para que la empresa que resulte elegida no gane con una oferta desajustada, lo avala.

Inicio en septiembre

Desde el momento en el que se elija la Unión Temporal de Empresas (UTE) que ejecute el proyecto (el más importante de Adif en todo el Estado por coste y complejidad técnica), empezará a contar un mes para que se configure el conglomerado de empresas, prosigue la alcaldesa. Sin embargo, desde el consistorio saben que se ha empezado a contactar con firmas para realizar el desvío de servicios necesario, comenta. En septiembre deberían iniciarse las tareas oficialmente.

Una portavoz de Adif ha confirmado efectivamente que esta comprobación de las dos bajas temerarias no debería suponer demora alguna y ha justificado este trámite por la "excepcionalidad" de la obra. Además, se da el caso de que la ingeniería que escrutará las dos ofertas es la que ha hecho el proyecto, con lo que conoce detalladamente las características del mismo y las particularidades técnicas, necesidades de recursos humanos o plazos.

Un municipio que dice basta

Montcada confía en que esta nueva revisión de la tan esperada obra no represente un nuevo tropezón, ya que 179 personas han muerto atropelladas en su municipio, que lamenta el coste que tiene soportar tantas infraestructuras de movilidad. De hecho, hace un par de meses, el Ayuntamiento hizo público un informe en el que cifraba el coste de acoger infraestructuras en su término municipal en 17,1 millones de euros anuales y reclamaba un régimen especial.

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