En Catalunya

El 2022 cierra con la cifra más baja de despidos vía ere desde 2018

Un total de 5.205 trabajadores perdieron su empleo en un despido colectivo en Catalunya

Protesta de trabajadores del metal en BCN

Protesta de trabajadores del metal en BCN / Jordi Otix

Gabriel Ubieto

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El 2022 acaba como el año del apocalipsis económico que tenía que ser y no fue. A expensas de cómo evolucione la actividad empresarial y el empleo este año, para el que varios indicadores ya vislumbran claros signos de enfriamiento, el recién finado 2022 cierra con buenas cifras de ocupación. Este miércoles el Departament de Treball de la Generalitat ha actualizado los datos de diciembre de expedientes de regulación de empleo (ERE). Estas dejan un balance final de 5.025 personas cesadas vía despido colectivo en todo el año, la mitad que un ejercicio antes y la cifra más baja desde 2018.

El mercado laboral se ha erigido, de momento, como el baluarte de seguridad dentro de un contexto internacional con múltiples incertidumbres. Pese al encarecimiento de precios, a la falta de determinados suministros y a las derivadas de la guerra de Ucrania, las empresas mantuvieron y en muchos casos ampliaron sus plantillas en 2022.

Si hace unos días la Seguridad Social publicaba que Catalunya acabó el año con un balance positivo de 96.649 ocupados más, hasta un total de 3,6 millones de catalanes cotizando, este miércoles la Generalitat completa la otra cara de la moneda con sus estadísticas de despido colectivo. Un total de 5.025 catalanes perdieron su empleo vía expediente de regulación de empleo (ERE) durante el año.

Las compañías con problemas y exceso de plantilla recurrieron mayoritariamente a mecanismos no traumáticos, como son las bolsas de horas o los ertes. Sobre estos últimos, hubo un total de 59.306 catalanes que en un momento u otro del año pasaron por un expediente de suspensión o reducción de jornada. Una cifra alta, históricamente hablando, aunque residual en comparación al millón de trabajadores (casi uno de cada tres ocupados) que estuvieron en erte en 2020, cuando estalló la pandemia.

Algunos nombres propios que sí recurrieron a expedientes de extinción fueron la tecnológica Indra, que finiquitó a 70 empleados de su centro de Sant Joan Despí, la firma de automoción Kostal Eléctrica, que anunció 120 despidos en Sentmenat, o la farmacéutica Novartis, que planteó un expediente para hasta 240 trabajadores.

Los servicios concentran los despidos

Esos 5.025 trabajadores cesados vía ere están lejos de la cifra de 11.006 despedidos registrada en 2021, un año 'negro' donde se mezclaron reestructuraciones pendientes de antes del covid y cierres provocados por los efectos del mismo. La del 2022 es una cifra a caballo entre los años de recuperación del empleo tras la Gran Recesión y los últimos coletazos de la misma. Por ejemplo, en 2012, año de la reforma laboral del PP en la que se facilitaron las condiciones para los empresarios que quisieran recurrir a un ere, hubo 12.565 despedidos por la vía colectiva.

Por sectores, las empresas de servicios concentraron el 58% de los despidos vía ere registrados durante el 2022 en Catalunya, frente al 37% de la industria y el resto fue en construcción y agricultura. Y, por demarcaciones, Barcelona concentró el 88% de las personas afectadas por un expediente de regulación de empleo.