demanda judicial

El Santander acusa a Orcel de grabar a Botín sin su conocimiento

El exejecutivo de UBS Andrea Orcel

El exejecutivo de UBS Andrea Orcel / periodico

P. Allendesalazar

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El Santander pasa al contraataque. Enojado con las "filtraciones" con que se ha querido dar una "imagen distorsionada de los hechos", el banco ha desvelado este viernes de forma inusual la batería de argumentos con que se opone la demanda que le ha presentado Andrea Orcel, el banquero italiano cuyo fichaje como consejero delegado anunció en septiembre pasado y desestimó en enero y que le reclama hasta 112 millones de euros de indemnización. Entre otros, acusa al ejecutivo de haber grabado conversaciones con sus directivos sin su conocimiento, entre ellos con la presidenta, Ana Botín.

El enfrentamiento se ha enconado hasta niveles insólitos en el sector financiero. En un comunicado, el banco defiende que nombró a Orcel "de buena fe y después de llevar a cabo un sólido proceso" de selección. Precisa que lo que le presentó fue una "carta oferta", no un contrato, que estipulaba que el Santander pagaría como máximo 35 millones de euros en acciones de los más de 50 millones que el ejecutivo italiano tenía derecho a percibir si se quedaba en la entidad en la que trabajaba, la suiza UBS. "Orcel trasmitió a Banco Santander unas expectativas sobre la posición que mantendría UBS sobre el pago de sus incentivos que nunca se cumplieron", le acusa.

La entidad argumenta que el nombramiento nunca llegó a ser firme porque no llegó a ser aprobado por la junta de accionistas, el consejo de administración y el Banco Central Europeo (BCE) y porque estaba condicionado a llegar a un acuerdo sobre el pago que recibiría Orcel por dejar UBS. El ejecutivo italiano, sostiene, aseguró que el banco suizo asumiría hasta el 50% del dinero que le debía.

Más dinero

El Santander sostiene que Orcel no solo no hizo todo lo posible para que UBS le abonara una parte significativa de lo que le adeudaba, sino que se negó a descontar de esa cantidad pendiente los 13,7 millones que la entidad suiza sí accedió a abonarle paralelamente por otros conceptos. Además, añadió otros tres millones en concepto de dividendos e intereses no percibidos a los más de 50 millones que le debía.

El banco español asegura tener pruebas de que el italiano "entendió" la decisión de no ficharle y afirma que mantuvo conversaciones con él para que pudiese continuar con su carrera colaborando con el banco. 

"Según ha conocido el banco por la demanda, el Sr. Orcel comenzó el 12 de enero de 2019 a grabar conversaciones privadas sin consentimiento ni conocimiento de sus interlocutores, una práctica de dudosa calidad ética y moral para alguien que pretendía desempeñar el puesto de consejero delegado de Banco Santander, lo que viene a confirmar que la decisión adoptada por el consejo de Banco Santander fue la adecuada", denuncia. Según ha publicado 'El Confidencial', el italiano grabó conversaciones con Botín; el secretario general del banco, Jaime Pérez Renovales; y el director adjunto, Javier García Carranza.