El comercio es esférico

Lo que va a tener mayor demanda para navidades ya corre por las redes

JOSEP-MARIA URETA

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Llegará el 18 de diciembre a las pantallas de cine la nueva entrega de La guerra de las galaxias. Quedan 40 días de bombardeo publicitario, vegetal y digital, hasta hacer casi obligada la visión del film. De todos los protagonistas, el que triunfará en Navidades se llama BB-8 y es de la marca Sphero. ¿Y qué tiene éste que no tuviera R2-D2 o C-3PO? Que ha sabido evolucionar en la mente de sus creadores. Para los no iniciados, BB-8 es el nuevo robot del film, que sustituye al humanoide de hojalata de la primera versión (1977) y al cilindro con patas/ruedas posterior.

Como explican con profusión los fans de la serie -y George Lucas, encantado- el nuevo compañero de los aventureros del espacio ya no tiene ni piernas ni ruedas. Es una esfera, capaz de moverse en todas direcciones, sin pausa. Lo que ya se explica menos es que ese artilugio va a ser el más demandado por las familias españolas a partir del 18 de diciembre.

¿Quién lo sabe? El nuevo modelo de comercio que se ha formado a partir del análisis de datos masivos (big data) de lo que hablan y esperan los usuarios de la red, fina manera de decir consumidores. Anticiparse a lo que se demandará, si no imponerlo. Amazon almacena la mayor cantidad de juguetes B-88 en San Fernando de Henares desde hace meses. Se equivoca poco.

¿Podríamos estar ante un fenómeno de consumo global, gustos homogéneos y reservado el negocio solo a marcas globales de distribución a través de internet? ¿Supone la desaparición del comercio tradicional, sea de proximidad o en grandes espacios urbanos?

El problema es otro: la comprensión del lenguaje, en términos de Jorge Wagensberg. Descubierto el motor de explosión, los coches seguían imitando a los carruajes, pero sin caballos. Igual hizo el primer cine, situando cámaras en el pasillo central del teatro. Solo intuyeron bien los cambios de modelo los pintores, que en cuanto apareció la fotografía se vieron liberados de hacer retratos y empezó la época fecunda simbolizada por Picasso.

Estas reflexiones las propició la Fundació Barcelona Comerç en su encuentro anual del pasado 29 de octubre (www.eixosbcn.org), en el que su presidente, Vicenç Gasca ,advirtió, de nuevo, que la discusión de los horarios de apertura y cierre ya no es determinante, sino la capacidad de adaptación a las nuevas demandas. De paso, hubo advertencias a los bisoños gobernantes municipales sobre quiénes pueden ser interlocutores fiables en la única gran ciudad de Europa en la que no se camina más de 200 metros sin encontrar una botiga.

3Otra ventaja de la que gozan los comerciantes de proximidad es que el modelo singular de Barcelona ha gozado, mucho antes que otros, de los análisis de economistas como  Marçal Tarragó, fallecido el pasado junio y al que el Col·legi d'Economistes hizo el merecido homenaje académico a quien rompió con su bonomía, firme convicción ética y no poca dosis de ironía, el monopolio de opinión, fuera de la gran distribición o de pequeños rasputines del comercio local.

Tarragó ha sido durante décadas la opinión ponderada y académica cuando parecía que todo el debate era sobre horarios comerciales o delimitación de nuevas áreas comerciales urbanas. Es el predecesor que mejor ha relacionado tres ámbitos que parecían ignorarse: la economía, el urbanismo y el comercio. Lleno total, el jueves, en la sede del Col·legi -economistas políticos como Castells, Birulés, Trullén, Jordi Borja, junto a dirigentes del comercio local- para dejar constancia de la admiración a quien se anticipaba al futuro y no tenia reparos en denunciar los obstáculos.

Era la esfera que se mueve rápido, sin límites.