La necesidad del Almería supera la ilusión del Girona

La necesidad del Almería por sostenerse en Primera pudo más que la ilusión del Girona por aprovechar la oportunidad de distanciarse del Madrid. El colista aguantó al líder y mereció una victoria que todavía no ha conseguido mientras se encamina al descenso. El punto no dejó conforme a nadie, aunque el cuadro gerundense se marchó dándose por satisfecho con el botín, mínimo y raquítico tras visitar al último, pero fabuloso después de aguantar un asedio de 20 disparos al marco de Gazzaniga y llegar al pitido final con un hombre menos por la expulsión de Aleix Garcia.

"Es un notición sacar un punto", valoró Míchel Sánchez, tan satisfecho con el empate como enfadado con el rendimiento del equipo. "Un punto que no es merecido pero nos hacer ser líderes, hay que verlo como positivo, dijo el técnico del Girona. "No es que el equipo se haya caído, es que hemos hecho un mal partido a nivel futbolístico. El Almería ha sido mejor", añadió, expresando el sentimiento agridulce que le embargaba. 

Imagen muy vulgar

Sostenía Gaizka Garitano en la víspera que la distancia el Almería y el Girona no era la diferencia abismal de 43 puntos que les separaba. Sobre el campo se certificó que se antojaba un exceso, una desmesura, y durante muchas fases parecía que la separación era mínima, apenas inexistente, sino inversa visto el despliegue en el césped.

Tomó el Almería el peso del encuentro, como correspondería a cualquier equipo local, por mal y desahuciado que esté, y el Girona permaneció, obligado, a la expectativa. Acogotado llegó al final frente a las desesperadas e inconexas oleadas andaluzas para aprovechar la inferioridad numérica de un adversario al que habían pintado de temible y con razón: aún no ha perdido fuera de casa en todo el curso.

El Girona quedó vulgarizado por las notorias ausencias de peso que acusaba la formación titular: las bandas que suelen ocupar Tsygankov y Sávio fueron asumidas por un Yan Couto más adelantado, con Arnau detrás, y Valery; Juanpe respondió al disfrutar de su primera titularidad liguera por las lesiones de Eric y David López. De esa notable pérdida de poderío ofensivo, sobre todo, quedó fe con el único tiro de Blind llegando desde lejos al cuarto de hora.

Todo cambia con Sávio

El cambio del Girona a una imagen más acorde a la que suele dar se produjo con la entrada de los titulares. Especialmente con la aparición de Sávio. La velocidad y los regates del brasileño agujerearon al Almería por su costado derecho, retirado también Marc Pubill, el lateral titular de los andaluces.

Ganó empaque el cuadro de Míchel y lo perdió el de Garitano, que dejó de aproximarse con tanta frecuencia al marco de Gazzaniga, que a partir de entonces pudo descansar. Sólo tuvo que atender en la peligrosa falta derivada de la expulsión de Aleix por agarrar a Melero e impedir que se plantara solo ante el meta en un fugaz contragolpe almeriense.

Ramazzani chutó fuera la última jugada del Almería, ofuscado ante el marco, deprimido ante la condena que le espera con medio campeonato por delante. Un aviso para el Girona al comenzar la segunda vuelta de las dificultades que tendrá para mantenerse en la cima.