BARÇA-ALAVÉS, 16.15 H.

"Van a salir a matarnos", vaticina el entrenador del Alavés antes de medirse a un Barça en crisis

Cuando el Barça no tiene defensa ni gol

Días negros en el Barça, todos miran a Xavi

Araujo e Iñigo, de frente, en el calentamiento de la sesión del sábado.

Araujo e Iñigo, de frente, en el calentamiento de la sesión del sábado. / Alberto Estévez / Efe

Joan Domènech

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Cuesta poco que se desate una crisis en el Barça, y dos derrotas y una mala victoria han bastado para generar una depresión dentro y fuera del club azulgrana.

A Xavi le parece exagerado hablar de crisis comparado con las que ha visto y vivido con 43 años "un culé de cuna", como se define él. Cinco años sin títulos, cuando era jugador (1999-2004), engloban varios episodios turbulentos.

Admitir que el Barça está en crisis sería dar una dimensión exagerada a lo que el entrenador entiende que es "un bache". Pero es incuestionable que un tropiezo con el Alavés (16.15 h.) provocaría una depresión que se mascaría durante los 15 días del parón de selecciones. Entre la necesidad de reaccionar para no perder comba con la cabeza y la de evitar dos semanas de sobreanálisis se enmarca la obligación del Barça de ganar al Alavés.

Varios jugadores del Barça, sonrientes, al final de una carrera de calentamiento.

Varios jugadores del Barça, sonrientes, al final de una carrera de calentamiento. / Alberto Estévez / Efe

Luis García, el técnico del Alavés, prevé que el Barça haga "el mejor partido del año".

"Van a salir a matarnos"

"Van a salir a matarnos", se teme Luis García Plaza, el entrenador del Alavés, convencido, o al menos concienció así a su vestuario, de que el Barça "intentará hacer el partido del año". Que hace semanas que no lo hace. Desde los dos 5-0 seguidos al Betis y al Amberes. Desde entonces, las victorias (seis) han sido mínimas y se han registrado dos empates y dos derrotas.

"En el Barça he vivido unas crisis terribles. Esto no es una crisis, pero sí que es un bache", asumía Xavi, que echó brevemente la vista atrás para desmerecer el drama de la semana. "El peor momento lo viví el año pasado", dijo sin especificar en qué periodo, aunque era fácil de encontrar: el octubre de 2022, con derrotas ante el Inter, el Madrid y el Bayern y el empate ante el Inter que echaron al Barça de la Champions y lo rezagaron en la Liga. Nació noviembre y el equipo saltó al liderato. "Acabamos ganando dos títulos", apuntó Xavi para desdramatizar la presunta gravedad del momento.

Xavi Hernández, durante la rueda de prensa previa al Barça-Alavés.

Xavi Hernández, durante la rueda de prensa previa al Barça-Alavés. / Alberto Estévez / Efe

La delimitó Xavi a la baja categoría de bache por varios motivos, empezando por la brevedad del periodo (menos de dos semanas) y la nula relevancia de las consecuencias deportivas: el Barça perdió con el Madrid y ganó a la Real Sociedad, y pudo recortar dos puntos de desventaja, y la derrota con el Shakhtar Donetz sólo evitó la clasificación directa a los octavos de la Champions con dos semanas de anticipación. El Barça sigue líder del grupo y pasará como primero si gana al Oporto.

Sin Gavi, sancionado

El problema, según Xavi, es futbolístico. Ni mental ni extradeportivo. "Tenemos que recuperar el juego, ordenarnos más en el campo. Con orden e identidad llegarán los resultados poco a poco", vaticinó Xavi, que pierde a Gavi por sanción en este partido. 

"El problema es futbolístico, no mental; el bloqueo mental viene dado porque no estamos ordenados en el campo"

Xavi Hernández

— Entrenador del Barça

Raphinha y Fermín bromean.

Raphinha y Fermín bromean. / Alberto Estévez / Efe

"El problema es futbolístico, no mental; el bloqueo mental viene dado porque no estamos ordenados en el campo", sostenía el entrenador, que se arrogaba la capacidad de aportar la solución solo con recolocar las piezas y e insistir en el ideario del juego de posición. Entonces, la presión será efectiva, el juego será fluido y los centros encontrarán a Lewandowski.

"El problema lo tengo yo", repitió Xavi, que vio llegado el momento de mostrarse como entrenador.