Shakhtar-Barça (1-0)

Shakhtar-Barça (1-0): De mal en peor de la Liga a la Champions

El Barça desperdicia la primera oportunidad de clasificarse para los octavos con otro pésimo partido después de Anoeta y, además, perdiendo

Gündogan, arrodillado en Hamburgo.

Gündogan, arrodillado en Hamburgo. / Reuters

Joan Domènech

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Hubo gritos de “Barça, Barça” en Hamburgo que 90 minutos después de transformaron en gritos de “Shakhtar, Shakhtar”, tan similares y perfectamente distinguibles, y cuya metamorfosis se fue produciendo a medida de lo que hacían el Barça y el Shakhtar sobre el césped. El terreno neutral de Hamburgo acabó tomando partido, y el conjunto azulgrana perdió una gran oportunidad de ganar adeptos con el fútbol, con el juego, con los resultados, que es la base de su naturaleza, más que las paridas que difunde en las redes sociales.

Hizo el ridículo el Barça por no corregirse del mal partido de San Sebastián, por obtener un peor resultado perdiendo ante un rival inferior que el del sábado y por malbaratar una gran oportunidad de sellar el pase a los octavos de final y dedicarse a otra cosa mariposa. No peligra la clasificación europea en la Champions, pero la derrota obliga a dosis adicionales de esfuerzo y acierto ante el Oporto, el próximo rival, o más tarde en Amberes.

Gavi se lamenta tras el gol de Sikan.

Gavi se lamenta tras el gol de Sikan. / Valentí Enrich

Xavi vino a decir con los cuatro cambios que consideraba inaceptable estar perdiendo con el Shakhtar.

Cuatro cambios de golpe

No pasa nada y pasa mucho después de la actuación azulgrana. El Barça fue de mal en peor en su tránsito de la Liga a la Champions. Pasó de jugó mal y ganar a jugar mal y perder, deriva que invitaba a Xavi a ser más descarnado en su valoración del encuentro, como drástico fue al tratar de manejar al equipo cuando se deshacía de los nervios.

Con cuatro cambios de golpe quiso el entrenador poner de manifiesto que estar perdiendo con el Shakhtar era inaceptable, usando las mismas palabras que él empleó en Anoeta. Peor. Intolerable incluso, porque la repetición del error anulaba el propósito de enmienda que tenían todos. Desde el entrenador a los jugadores.

Ter Stegen, que hizo un gran partido, no pudo evitar el gol del Shakhtar.

Ter Stegen, que hizo un gran partido, no pudo evitar el gol del Shakhtar. / Efe

Al Barça le invadió la inseguridad ante el primer contratiempo del partido tras haber perdido el clásico y ser repasado por la Real.

Efecto efímero de inicio

Había efectuado cinco relevos en la alineación de Anoeta que, a medio camino entre la rotación para oxigenar al equipo entre semana y la necesidad de excitar una reacción, agitaron al Barça en el inicio, pero fue un efecto efímero. El equipo se fue aletargando, inconsistente para conservar la confianza después el primer contratiempo del día. Tan simple como que el Shakhtar rematara antes mediante Matviyenko, el lateral izquierdo, que corrió toda la banda escapándose de Raphinha y venciendo a Cancelo hasta chutar al cuerpo de Ter Stegen.

¿Cómo pudo ser? Por el mal funcionamiento de la primera línea de presión, que superaba el Shakhtar con facilidad hasta crear en la zaga azulgrana situaciones de uno contra uno. No alcanzaron mayores repercusiones gracias a Araujo, maravilloso corrector de un equipo que se descolocaba con facilidad.

Mykola Matviyenko celebra el triunfo del Shakhtar sobre el césped de Hamburgo.

Mykola Matviyenko celebra el triunfo del Shakhtar sobre el césped de Hamburgo. / FILIP SINGER

El meta Riznyk se llevó un trancazo de Lewandowski al querer regatear al delantero. El único momento en el que se vio al goleador: se marchó sin rematar.

Radical en la posesión

El cuadro ucraniano enseñó directrices de juego muy marcadas por su nuevo entrenador, Marino Pusic, radical en la voluntad de avanzar a pases, sin rifar ni un balón, empapado de la escuela holandesa, donde se ha pasado media vida. La pésima ejecución de la presión azulgrana permitió al Shakhtar operar desde que Riznyk, el portero, ponía el balón en juego. Se llevó un trancazo de Lewandowski en el primer minuto al querer regatear al delantero. El único momento en el que se vio al goleador del equipo, sin rematar en el primer tiempo.

No era osadía ni imprudencia, y si lo era se la podían permitir, sin nada que perder ante el Barça y en pleno periodo de aprendizaje. Esa frescura contrastó con el manejo de los azulgranas, sin chispa ni imaginación y algunas decisiones con el balón puramente funcionariales, dictadas, de un equipo inseguro tras perder el clásico, ser repasado por la Real y el atrevimiento del Shakhtar.

Cancelo, por los suelos en una acción del Shakthar-Barça en Hamburgo.

Cancelo, por los suelos en una acción del Shakthar-Barça en Hamburgo. / Afp

El gol del Shakhar fue la culminación de una paciente y bella construcción colectiva.

Defectos que continúan

Dos centros básicos, vulgares, uno por cada banda de Marcos y Raphinha contrastaron con la paciente (más de un minuto) y bella construcción colectiva del gol de Sikan, que empezó con un cambio de orientación a baja altura de Sudakov hacia Gocholeishvili (de interior izquierdo a lateral derecho), balón que se coló entre Gündogan y Marcos, tan contemplativos como la abulia de Christiansen al perder la marca de Sikan sabiéndose el único guardián de Ter Stegen.

Los defectos del primer tiempo no se anularon en el segundo. El Shakhtar siguió a lo suyo -volvió a rematar primero, dos veces al cuerpo de Ter Stegen- y los mayores riesgos que tomó el Barça propiciaron que el juego se concentrara en la mitad ucraniana. Pero sin que hubiera imaginación ni ideas ni se observara una estructura trabajada. La ausencia de evolución en el equipo, lo más preocupante.

Oriol Romeu presiona y derriba a Newerton en el primer tiempo.

UEFA Champions League - Shakhtar Donetsk vs FC Barcelona / FILIP SINGER

Ficha técnica

Shakhtar: Riznyk (7); Gocholeishvili (9), Bondar (6), Rakitskyy (7), Matviyenko (8); Stepanenko (6); Zubkov (6) Kryskiv (5), Sudakov (7), Newerton (6); Sikan (8).

Técnico: Marino Pusic (8).

Cambios: Kelsy (4) por Sikan (m. 62); Nazaryna (5) por Stepanenko (m. 73); Shved (sc) por Newerton (m. 98).

Barcelona: Ter Stegen (8); Cancelo (5), Araujo (8), Christensen (4), Marcos (4); Gavi (6), Romeu (5), Gündogan (5); Raphinha (4), Lewandowski (4), Ferran (4).

Técnico: Xavi Hernández (4).

Cambios: Balde (6) por Marcos (m. 59); Pedri (5) por Romeu (m. 59); Lamine Yamal (5) por Raphinha (m. 59); João Félix (4) por Ferran (m. 59); Fermín (sc) por Gavi (m. 80).

Goles: 1-0 (m. 40), Sikan.

Árbitro: Irfan Peljto (6), bosnio.

Tarjetas: Araujo, Newerton.

Estadio: Volksparkstadion (Hamburgo).

Espectadores: 49.147.