Cata Menor
La oferta de vinos a copas: mal, por Pau Arenós
Se quejan los restauradores de que se consume poco vino y ellos gravan las botella con extras estratosféricos. ¿Por cuánto hay que multiplicar para que el negocio sea honesto?
Cansado de defender el vino natural
'Orange wines', 'pét-nat', tintos atlánticos... si no sabes qué vinos son estos te lo contamos aquí
Pau Arenós
Coordinador del canal Cata Mayor
Periodista y escritor, con 17 libros publicados, entre ellos, novelas y cuentos, y media docena de premios, como el Nacional de Gastronomía. Ha estado al cargo de las revistas 'Dominical' y 'On Barcelona' y ha dirigido series de vídeorecetas y 'vídeopodcast'. Entre las últimas publicaciones, 'Nadar con atunes y otras aventuras gastronómicas que no siempre salen bien' y el recetario 'Cocina en casa'.
Ya lo hemos explicado varias veces: al comensal solitario se le castiga. También con el vino. La opción de vinos a copas en los restaurantes es un purgante de conciencias.
Se quejan los restauradores de que se consume poco vino y ellos gravan las botella con extras estratosféricos. ¿Por cuánto hay que multiplicar para que el negocio sea honesto?
En nuestro (equivocado) proceso mental, pensamos en que tal o cual etiqueta es cara, si bien en la tienda cuesta la mitad, o la tercera parte.
No es el viticultor quien ingresa sino el escanciador. Vale, cobran, dicen, el servicio. ¡Ni que todos dispusieran de copas Zalto y de sumilleres híper expertos con sacacorchos de oro!
Y, en cualquier caso, ¿no forman parte del equipo de la casa al igual que un camarero o un cocinero? En el precio de un plato, ¿incluyen el porcentaje de vajilla? Todo debería ir a gastos generales, no particulares.
Me desvío hacia el copeteo de vinos, tímida elección que queda reducida a un par de opciones.
–¿Vinos a copas?
–Tengo un ribera o un rioja.
¿Qué rioja y qué ribera? El elaborador deja de tener importancia. Una idea genérica, una idea vaga. Una falta de respeto.
Un riojita, un riberita
En el restaurante: 4,5 euros la copa; 20, la botella; en el súper, 7.
En el restaurante medio: 6,5 euros la copa; 29, la botella; en la tienda, 16.
En el restaurante medio-alto: 10 euros la copa; 60, la botella; en la tienda, 27.
Son casos reales, y sufridos
Ah, y sin mencionar la racanería: a medida que el establecimiento gana en categoría, más aire y menos líquido. Da para un par de sorbos.
Abren sin parar nuevas bodegas que traicionan el nombre. Para ser coherentes, ¿no deberían desplegar un copeo en condiciones?
Si la intención del bebedor es tomar más de un trago, mejor que compre la botella entera.
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