Claves de barista

Los 5 pasos para hacer un auténtico café expreso italiano

Conviene tener paciencia, dejarlo reposar y usar la materia prima adecuada

Café expreso

Café expreso

Alexa Fuentes

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Con la llegada de las máquinas de cápsulas, hacer café es fácil y rápido, se hace en un suspiro. Basta introducir una cápsula del café deseado, elegido en función de su sabor, su procedencia y su intensidad, y dale a un botón. Sin más misterios.

En general, y siempre dependiendo de la calidad del café elegido, el elixir que sale es rico y tiene cremosidad.

Pero quizás eres de los puretas que sostienen que eso no es café, y que un verdadero café tiene que hacerse "a fuego lento", como cantaba Rosana y como se ha hecho toda la vida.

Si ese es tu caso, te damos las claves para hacer un buen café en cinco pasos y menos de 10 minutos:

Materia prima

El café es esencial. Puedes elegir la marca que quieras o que más te guste, pero que no sea mezcla y que vaya en grano, para conservar todo el aroma y el sabor. Por ello, conviene tener un molinillo y moler el café -que sea 100% arábico- en el momento. Además, no se puede guardar en la nevera -error bastante común- y se tiene que almacenar bien cerrado en un lugar seco. El agua debe ser filtrada o embotellada, nunca de grifo directamente, para que sea de baja mineralización.

Cafetera

Lo ideal es tener una cafetera expresso, la típica que hay en bares y cafeterías. Pero también da muy buen resultado un utensilio mucho más barato: la cafetera italiana, también conocida como cafetera moka, greca o macchinetta.

Preparación

Si se hace el café en una cafetera italiana, que es la más habitual en todos los hogares, la preparación es simple: se calienta el agua (sin que llegue a hervir) y, posteriormente, se abre -con un trapo y con cuidado, porque estará caliente- y se rellena el filtro, sin prensar el café y haciendo un agujerito en medio, que coincida con el tubo de la cafetera italiana, para que el café salga antes y se haga la crema típica de un expreso.

Tiempo e intensidad del fuego

Con el agua caliente (ver paso anterior) y a fuego medio, deja la tapa de la cafetera italiana abierta para que vaya cogiendo la temperatura poco a poco. Esto hará que el café sea menos rápido, pero que salga con todo su aroma y sabor, puesto que el agua estará más tiempo en contacto con el café y se impregnará más. En una cafetera italiana de 2 a 4 tazas el tiempo de preparación es de 5 o 6 minutos, siempre que se haya calentado el agua.

Reposo

Este punto igual choca un poco con la definición de expreso, que en realidad significa inmediato. Pero conviene tener un poco (más) de paciencia y dejar que el café repose un minuto al menos, con la tapa de la cafetera bajada, para que el café se asiente y acabe de coger cuerpo y todo el aroma y el sabor de la materia prima.

Digno del mejor barista

Con estos cinco sencillos pasos, convertirás tu café expreso normal en un café expreso digno del mejor barista y podrás disfrutar de él cada mañana o en la sobremesa en menos de 10 minutos. Porque eso sí: el café no se recicla y se hace en el momento en que se va a consumir. Así que conviene que midas bien las cantidades y hagas solo el café que vas a tomar en ese momento.

Es por ello por lo que conviene también que tengas una cafetera apropiada a tu situación, pero también que tengas una cafetera pequeña para una taza, por si acaso solo uno quiere disfrutar de un buen café. Porque siempre se pueden hacer más cafeteras, pero no guardar el café.