Un estudio estima que los cruceros podrían multiplicar por 13 su abastecimiento de alimentos en Catalunya

Con la temporada alta a punto de empezar, el Port de Barcelona y la industria de los cruceros trabajan para poner en valor las oportunidades que ofrece el sector en la capital catalana (número uno de Europa), y para reducir sus efectos secundarios. En este escenario, y con un ayuntamiento mucho menos contrario a los cruceros que en la era Colau, empiezan a aflorar informes que radiografían la situación y los filones por explorar. Entre ellos destaca el de los suministros alimentarios, que hasta ahora han sido casi anecdóticos. Pero un estudio elaborado por la Cambra de Comerç concluye que con una mejor coordinación, promoción y logística sería viable multiplicar por 13 la facturación de empresas agroalimentarias a navieras de cruceros, pudiendo superar los 71 millones de euros anuales.

En la actualidad, la facturación en este ámbito se limita a 5,2 millones anuales y supone solo el 1,1 % del suministro europeo, pese al liderazgo del puerto barcelonés en tráfico de pasajeros. De incrementarse en la medida que calcula viable el estudio, obtendría una cuota de mercado del 14,5 %. Así lo indica el documento 'Oportunidades de la industria agroalimentaria catalana en el mercado de cruceros (2023)', elaborado por el Gabinete de Estudios Económicos de la Cambra de Comerç de Barcelona a instancias de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), Mercabarna y el Port de Barcelona, y difundido este jueves.

El director nacional de CLIA, Alfredo serrano, explica a este diario que los datos ponen de manifiesto "el enorme potencial de los cruceros para la industria alimentaria catalana", dado que estos hasta en Europa 490 millones en este aprovisionamiento. Por segmentos, los más beneficiados serían carnes y huevos, frutas y verduras, vinos y refrescos, apunta.

Barcelona batió su récord de cruceristas en 2023 con 3,56 millones de movimientos al crecer en invierno

De hecho, sobre el papel Barcelona y Catalunya tienen muchas más posibilidades de las que aprovechan, según sus datos. Empezando por centros logísticos destacados en el sur de Europa --como el de producto fresco en Mercabarna y su proximidad con el puerto--, y una "red de infraestructuras de transporte muy competitiva". Además, se hace notar que las empresas catalanas están acostumbradas a "gestionar aumentos estacionales de la demanda de los productos agroalimentarios". Y que el Port aglutina al 14,2 % de los turistas de crucero de puerto base del continente, lo que favorece que la estancia de los barcos sea más larga y se facilite la operativa.

Competencia y condiciones

Respecto a la competencia, se enfatiza que "la industria agroalimentaria catalana muestra una clara ventaja competitiva frente a otras economías del entorno en varios grupos de productos". Lo fundamentan en que "las compañías catalanas constatan su deseo de crecer en este mercado –al que consideran atractivo y rentable--, y las navieras están abiertas a ampliar su cuota de abastecimiento en Barcelona si se dan las condiciones de competitividad requeridas".

El puerto catalán ofrecería otros reclamos, como empresas con una elevada presencia en mercados internacionales y mucha producción de Km.0 que comportaría ahorro en costes de transporte, subraya el análisis de la Cambra.

¿Qué condiciones propiciarían ampliar este negocio de suministros a cruceros? Por un lado, adaptar los servicios de suministro y carga a las necesidades específicas de los buques, ya que requieren "elevada agilidad, flexibilidad de horarios y competitividad". También incrementar su imagen comercial de cara a la cadena de valor de los cruceros mediante "una mejor coordinación entre el tejido empresarial" y la unión de sinergias para poder adaptarse a las condiciones particulares de este tipo de suministro. Sin olvidar desarrollar una red de contactos para poder tener relación fluida con las navieras, algo que para muchas empresas puede ser la principal barrera en estos momentos.